La foto que Sánchez se hizo con mujeres para presumir de macho ganador

"Lo importante no es participar, lo importante es participar y ganar. ¡Qué sensación de euforia, de plenitud se apodera de nosotros cuando se gana...". La frase de Pedro Sánchez fue más larga, con un extenso preámbulo y un infinito epílogo desbordante de prosopopeya, de esa afectación algo cursi y solemne que suele esgrimirse antes de, en realidad, darse un homenaje a sí mismo.

Eso hizo el líder del PSOE con la excusa de reconocer el deporte femenino, con la fallecida piloto María de Villota mirando desde el cielo con su único ojo cómo Sánchez se hacía un selfie con algunas de las mejores deportistas del momento y utilizaba su causa, su resistencia y sus triunfos para hablar de él, su personaje favorito.

"Lo importante es ganar". Los valores deportivos participativos quedaron así sepultados poor una declaración de principios que jalona la biografía de Sánchez, que se ha aplicado como nadie ese lema, a cualquier precio aunque lo adorne de féminas excelsas o de palabras edulcoradas.

A Sánchez se le escapó una declaración de principios que le retrata como ninguna: "Lo importante es ganar"

Al aplaudir a las leonas del rubgy, las guerreras del baloncesto o la francotiradora del bádminton que es Carolina Martín; el presidente se proyectaba a sí mismo como un titán que, lejos de admitir el designio de las urnas, se imponía incluso a ellas a fuer de resistir y derribar a sus adversarios.

Zancadillas

Si cada una de las deportistas premiadas en la Gala Nacional del Deporte lo fue por su clasificación objetiva en su modalidad deportiva, donde ganar o perder son consecuencias directas y medibles del rendimiento propio; los galardones de Sánchez proceden de una zancadilla al rival, del desprecio al árbitro, de la ignorancia de las reglas del juego y, finalmente, del cambio del propio juego.

"Lo importante es ganar", dijo el candidato, en una declaración de principios que pasó inadvertida por su proverbial destreza en el único deporte que domina, a punto de ser olímpico: el de decir una cosa y hacer la contraria o al revés. Según vaya el partido.