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El pacto en Madrid, más cerca de llegar por la "generosidad" de Vox con PP y Cs

La Puerta del Sol no caerá en manos de Gabilondo y Errejón. Por tensas que sean las relaciones entre PP, Cs y Vox, alcanzarán algún tipo de pacto. Ésta es la historia.

Ayuso, Aguado y Monasterio

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Va a haber pacto en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (PP) será presidenta e Ignacio Aguado (Cs), vicepresidente. Y Vox no tendrá carteras de Gobierno, a pesar de haberlas pedido y, aritméticamente, merecerlas: sin sus votos, simplemente no existiría un posible Gobierno de coalición entre populares y naranjas.

Y se abriría otro de corte Frankenstein entre el PSOE de Gabilondo, Ciudadanos y el Más Madrid de Íñigo Errejón, con un añadido inquietante: además de los retales ideológicos que lo compondrían, tendría que encajarse artificialmente una relación política entre Gabilondo y Aguado que, ahora mismo, está marcada por el desprecio del primer hacia el segundo. Cosas de catedrático entrado en los 70 años, con dificultades claras para aguantar intelectual y políticamente a jovencitos.

Le cuentas a este Topo que, pese al discurso oficial de Vox, Abascal no está dispuesto a cederle la Puerta del Sol a la izquierda madrileña y que, si para lograr ese objetivo hay que tragarse un sapo, Vox se lo tragará: no estará en el Gobierno, pero permitirá que nazca, y a continuación se irá a la oposición, desde donde sí lo controlará e impondrá su criterio para establecer mayorías en todo.

Por ejemplo en los Presupuestos, las principales leyes y, desde luego, Telemadrid, contemplada ya por casi todos como una herramienta de Podemos durante la legislatura cerrada: hasta Ciudadanos, báculo del proyecto supuestamente regenerador, se ha bajado ya de la inopia y es consciente de que la televisión autonómica tiene que ser de todos, y no de quienes usan ese mantra para en realidad ponerse al servicio de unos. De los perdedores, en concreto.

Sin puestos de segundo escalafón

Así que Vox, apurando hasta el último momento, permitirá la investidura de Ayuso, pero no lo hará aceptando concesiones menores en el segundo escalafón de la Administración madrileña. "O dentro o fuera, pero sin medias tintas", le cuentan a este Topo.

Un ejercicio de generosidad que cuenta con el impulso de Abascal y el plácet de Rocío Monasterio, a quienes solo hay algo que les moleste más que la actitud de Ciudadanos hacia ellos: dejar que pase la izquierda por la resistencia de Cs a aceptar pactos de los que, sin embargo, se sirve para alcanzar sus objetivos.

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