Errejón sale en auxilio de Sánchez pero da una oportunidad a PP, Cs y Vox
Seguramente no hay un hueco electoral entre lo que representan el PSOE y Podemos, pero aún así Íñigo Errejón lo va a intentar abrir presentándose a los comicios con la marca creada para impulsar a Manuela Carmena a la alcaldía e intentar vaciar de apoyos su antiguo partido.
Es una operación más destructiva que constructiva que, hasta ahora, no ha beneficiado ni al nuevo partido, ni a su socio potencial socialista ni a nadie, pero ha hecho un gran roto a Podemos: ni Carmena conservó la alcaldía ni Más Madrid pudo evitar que el centroderecha conservara el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Es una convocatoria nacional, no es verosímil que ocurra otra cosa, salvo que el objetivo sea auxiliar simplemente al PSOE a cambio de premios futuros. Si se trata de eso, aminorar la representación de Podemos para facilitarle a Sánchez un acuerdo posterior con menos exigencias de todos, sí está al alcance: un eventual pacto del PSOE con Errejón y otros grupos menores como Compromís pondría muy difícil a Iglesias resistirse o poner un precio muy alto a su apoyo.
Errejón puede ser un tiro por la culata para Sánchez si el centroderecha aprovecha la fragmentación de la izquierda
Pero no deja de ser una operación de riesgo. Si el PSOE ha gobernado en España tras una victoria idéntica a la que obligó a Rajoy a repetir Elecciones, ambos con 123 diputados, ha sido por la fragmentación del voto del centroderecha, que concedió a los socialistas una sobrerepresentación fruto de la pérdida de votos de PP, Cs y Vox por separado en circunscripciones donde el primer obtenía un premio doble en escaños del Congreso y, no digamos, del Senado.
Una oportunidad para el centroderecha
Sentar a tres comensales ahora en ese bloque ideológico puede ayudar al PSOE, pero también perjudicarle si el nuevo invitado muerde algo del electorado de sus dos rivales en el flanco progresista.
Y no digamos si el centroderecha, mientras, experimenta algún tipo de fórmula de concentración que ya es aritméticamente positiva frente a PSOE y Podemos pero sería, tal vez, demoledora, si además concurre Más Madrid. ¿Sabrán Casado, Rivera y Abascal verlo y actuar en consecuencia?