Errejón, al servicio de un Sánchez entregado al populismo pese a su "moderación"
La deslealtad de Mas País a sus orígenes desvela además la falsa moderación de Sánchez: alimenta socios populistas para pactos que ahora intenta esconder pero culminará después del 10N.
Íñigo Errejón confirmó lo que ya era un secreto a voces y será el candidato en las Elecciones Generales de "Más País", la plataforma calcada a la que lanzó en Madrid con Manuela Carmena para, básicamente, competir por un electorado similar al del partido que aupó e hizo célebres a ambos dirigentes.
De entrada, el nombre ya lo dice todo, pues reniega de la palabra España como probablemente no lo hará de Cataluña o el País Vasco cuando la marca funde sus sucursales autonómicas. Y de salida, demuestra el cinismo de los dos grandes nombres del "movimiento", que durante años no solo defendieron los postulados de Pablo Iglesias, sino que atacaron con dureza a quienes los criticaban.
Ellos han empezado a hacerlo ahora, con la evidente deslealtad de quien abandona el barco que les hizo capitanes solo cuando empieza a hundirse, ayudando en la tarea de hundirlo del todo. Algo que está por ver pero que, en todo caso, refleja un ventajismo casi sonrojante: Podemos ya era lo que ahora sugieren que es cuando ambos lo ensalzaban sin pudor alguno.
La expectación suscitada por Errejón, no obstante, refleja el principal estímulo de su nacimiento: es una descarada operación de Sánchez, destinada a dividir el voto denominado populista para favorecer al PSOE en el reparto de escaños e introducir un socio potencial más que dificulte las exigencias de Podemos.
La irrupción de Errejón es una operación de Sánchez que desmonta su centrismo y desvela sus alianzas futuras
El insólito respaldo de RTVE al líder de Más País, que ocupó buena parte de los espacios informativos durante todo el miércoles, es un indicio de hasta qué punto el PSOE ha animado esta jugada política y de hasta qué punto Sánchez falsea su posición política cuando hay Elecciones cerca.
Retrato de Sánchez
Ni su centrismo moderado ni su alejamiento del independentismo son ciertos, como demuestra que solo están vigentes en tiempos de campaña: antes y después, siempre se ha entendido y pactado con los mismos; y la emoción del PSOE con el nuevo partido de extracción comunista le aleja, voluntariamente, de alianzas con otros partidos más centrados de verdad.
En toda esa estrategia, tan propia de un sanchismo capaz de decir lo uno y lo contrario sobre los asuntos esenciales, puede fallar sin embargo algo: Más País no deja de ser un tercer comensal a un mismo banquete ideológico, con lo que eso ha supuesto en el flanco contrario. El centroderecha no ha sabido traducir en escaños sus votos por el fraccionamiento en siglas, y por muchos cálculos que hagan Moncloa y Ferraz, eso mismo puede pasarles a ellos.