¿Por qué PP, Cs y Vox son tan incapaces ante los escándalos de Pedro Sánchez?
Sánchez protagoniza constantes escándalos y abusos con sus asuntos personales o la manipulación del CIS o RTVE. Pero la oposición, en su conjunto, no quiere o no sabe responder.
En muy poco tiempo, Pedro Sánchez ha acumulado más escándalos personales y políticos que ningún presidente de la democracia, algo gravísimo siempre pero especialmente en uno que llegó a La Moncloa, por la puerta de atrás, sustentando en los independentistas y apelando a la urgente necesidad de limpieza y transparencia en la vida pública.
Ese lema, exhibido incluso en la tribuna del Congreso durante la moción de censura para desalojar a Rajoy, le exigía a Sánchez un comportamiento especialmente exigente que, sin embargo, ha tornado en todo lo opuesto: opacidad, falta de transparencia, secretismo y una indignante falta de explicaciones amparada por el uso torticero de las instituciones del Estado.
Una inmensa lista
Los casos son ya incontables: el plagio incontestable de su tesis doctoral; los viajes privados en el Falcon o los Puma; los gastos de su esposa en desplazamientos oficiales con agenda propia o, entre otros, las mentiras o ilegalidades que envuelven la publicación de su célebre libro de autobombo "Manual de resistencia", desveladas con todo lujo de detalles por ABC.
¿Por qué PP, Cs y hasta Vox son tan remisos o incompetentes en la respuesta a los constantes abusos de Sánchez?
Por alguna razón nada digna, todos esos escándalos y otros tantos más protagonizados por sus ministros -especialmente la de Justicia, Dolores Delgado- son tapados por el universo mediático entregado al sanchismo, cada vez más hegemónico y con menos excepciones, y torpemente disculpados por la propia oposición.
Incapaces
Esto último merece capítulo aparte. ¿Qué les ocurre, qué les paraliza o qué les despista tanto a PP, Ciudadanos e incluso a Vox para mostrar una incapacidad tan galopante en la respuesta política, institucional, pública e incluso legal a los abusos continuos del presidente en funciones? Es incomprensible, y nada que pueda alegar les disculpa.
Porque el modus operandi de Sánchez con sus excesos personales es calcado al que le lleva a servirse sin pudor alguno de las instituciones del Estado para convertirlas en herramientas sectarias a su servicio: el mismo líder socialista que viaja en avión a fiestas privadas, se sirve de La Moncloa para tapar sus plagios o esconde contratos onerosos con editoriales explota luego RTVE o CIS en su beneficio. Y la oposición, mientras, en la inopia.