La salida del ‘susurrador’ de Pablo Iglesias aparca la guerra interna en Podemos
Era el gran apoyo de Iglesias y el hombre que intentó cambiar su relación con los medios. Y ahora se va a Argentina, dejando la huella de una batalla interna. Es ésta.
El abandono de Pablo Gentili del puesto de jefe de gabinete del líder de Unidas Podemos tiene claves políticas profundas en la formación morada. Pero también en el trato del partido con los medios de comunicación.
Pablo Gentili, el asesor argentino que Pablo Iglesias fichó como jefe de gabinete tras asesorar a Lula y a Dilma Roussef, regresa a su tierra para subirse al carro del nuevo gobierno de Buenos Aires. La estrella de Gentili en Unidas Podemos ha sido fugaz: ha brillado como una supernova durante unos meses y ahora ha decidido poner un océano por medio.
Ahora que Gentili prepara las maletas para volver a su patria, algunos se preguntan hasta qué punto va a seguir sintiéndose su influencia en el partido morado. El argentino ha sido una de las pocas personas de la cúpula de Unidas Podemos con experiencia de gobierno a gran escala, aunque fuera en Ejecutivos extranjeros.
Pero, además, Gentili instauró otro estilo muy distinto al habitual de la formación. Por ejemplo, cultivó las relaciones con los periodistas y con los medios de comunicación, intentando acercar más la figura de Iglesias y tratando de ganar la batalla del relato al PSOE con una mayor cercanía a los ‘plumillas’.
Un pulso interno
Una labor en la que, pese a las acciones públicas, ha encontrado escollos en otros miembros de la cúpula podemita. Así, sus divergencias con el secretario de Comunicación, Juanma del Olmo, partidario de una estrategia ‘dura’, eran conocidas dentro y fuera de la formación morada.
Precisamente en ella se daba por hecho que el mantenimiento de Del Olmo tenía mucho que ver con la protección dispensada por Irene Montero. ¿Respirará Del Olmo con mayor tranquilidad a partir de ahora?