La falta de Transparencia en Telemadrid
La diputada reflexiona sobre la actitud y las decisiones de la Dirección de la cadena autonómica, entonando algunas preguntas necesitadas de respuesta.
Dime de qué presumes y te diré de qué careces. El famoso dicho popular parece concretarse en Telemadrid, por cuanto la gestión de la cadena pública está resultando, como poco, un tanto opaca. Al menos para quienes tenemos encargada por la Ley 8/2015 la función de control sobre Telemadrid.
Esta misma semana he recibido un escrito firmado por el director general de Radio Televisión Madrid, José Pablo López, en el que me comunica que me deniega copia del acta de la sesión del Consejo de Administración que tuvo lugar el pasado mes de septiembre.
Por otra parte, hasta ahora no había habido problema alguno en enviar copia de las mismas, como demuestran los envíos de actas del Consejo de Administración en años pasados. El 27 de marzo de 2018 el propio López remitió las Actas de los Consejos de Administración de RTVM de los años 2012, 2013, 2014 y 2015. ¿Acaso ahora hay menos transparencia que antes? ¿Qué hay que ocultar?
Pero es que tampoco sabemos qué convenio colectivo se está aplicando en Radio Televisión Madrid. Si nos atenemos a la legalidad, el convenio del sector debería vincular a quienes han accedido a esta nueva empresa. Sin embargo, todos sabemos que hay un convenio extraestatutario circulando por la casa, que no figura en el Portal de Transparencia, que, por cierto, ha estado caído buena parte de las navidades pasadas. Tampoco figura el último Convenio Colectivo de Telemadrid. Nuevamente, ¿qué hay que ocultar?
Sin información
Tampoco aparece en el Portal de Transparencia de Radio Televisión Madrid la Información Financiera correspondiente al último trimestre de 2019, ni las cuentas anuales de 2019. Y estamos a mediados de febrero.
Por no hablar de la ausencia de elecciones sindicales desde hace ocho años, de la que ya les he hablado y tanto gusta a la izquierda con representación parlamentaria, que constituye no solo una anomalía democrática, sino un verdadero secuestro de los empleados.
Claro que también se desconoce oficialmente el número de personas que hacen trabajos sindicales. Aunque sabemos que son muchos más que los 13 que deberían de ser. Más de treinta.
Tampoco tiene mucha explicación la extraña petición de diez millones de euros para renovación tecnológica (la Comunidad de Madrid ha aportado 77 millones de euros ya) en que se han empeñado la dirección, la aristocracia sindical y la izquierda, cuando en 2017 los propios sindicatos y la dirección de la empresa afirmaban que “las instalaciones y equipos de Telemadrid están operativos” y José Pablo López hablaba en la Comisión de Control de Radio Televisión Madrid de necesitar tan solo 1 millón de euros. ¿Qué ha pasado en Telemadrid en estos últimos dos años para que todo esté, como sostienen, en estado de ruina?
La opacidad
No están claras las irregularidades de contratación de personal de los últimos tiempos. Se ha hablado de falsos autónomos, pero también resulta extraña la negativa a licitar programas. ¿Por qué Telemadrid no puede licitar y se empeña en contrataciones de eventuales? ¿Acaso hay un pacto para alargar dichas contrataciones por encima de los 3 años que permite la Ley para que no se conviertan en indefinidos, sin pasar concurso de mérito alguno? Qué opaco es todo.
En fin, que menos montar escándalos mediáticos convocando Consejos de Administración extraordinarios porque no les gusta una carta, y más cumplir con la debida transparencia. Eso es lo que debería ser el principal empeño de la dirección de la casa. Pero es evidente que está a otra cosa.