El portavoz de "Jueces para la Demagogia" que te regaña si te duelen los muertos
Joaquim Bosch es a la Justicia lo que Sor Lucía Caram a la religión: ambos se ponen hábitos gremiales pero ejercen de tertulianos y hoolingans de los equipos de sus amores.
Se llama Joaquim Bosch y, aunque oficialmente es portavoz territorial de Jueces y Juezas para la Demagogia, como irónicamente tildan sus detractores a su asociación, le conocerán casi todos como portavoz oficioso del Gobierno de coalición del PSOE y Podemos en cuantas tertulias tienen a ver llamarle para que, básicamente, machaque al PP.
Es de esos personajes capaz de montar un gori por el sacrificio de un perro en la "pandemia" de Ébola de 2014, que afectó en concreto a cero personas en suelo español; y buscar argumentos para quitarle importancia a la muerte de 13.000 personas por coronavirus. O, aún mejor, a echarle la culpa a los recortes sanitarios de otros si es menester.
Ahora se ha hecho Trending Topic del día en Twitter por denunciar, en su tono habitual, un fenómeno muy curioso. La supuesta utilización de los muertos, que denuncian quienes no se sonrojan por quitarle ellos importancia a una evidencia demoledora, sobre la que corren un tupido velo indignante para los afectados, a buen seguro.
España, con el 0.6% de la población mundial, soporta el 20% de los fallecidos por el COVID-19 en todo el planeta. Muertos anónimos, sin luto nacional, que fallecen solos en las UCIS y ni siquiera tienen la compañía de sus seres queridos en ese duro trance y casi ni en el funeral. Pero lo malo, para este doble con toga de la Sor Lucía Caram del hábito tertuliano, es preguntarse si algo se está haciendo muy mal:
De su previsibilidad, de su antagónico juicio para los mismos hechos en función del color político del Gobierno de turno, da cuenta su adhesión habitual a las peores causas: le hemos visto atacando al Tribunal Supremo por sus decisiones judiciales sobre el procés; defender esa idea tan perversa de la ministra Celáa de que "los niños no son propiedad de los padres" o pelando con ahínco por la supresión de las penas de prisión permanente revisable, presentándolas como una "cadena perpetua" que no ha existido nunca en España.
Y regaña... a la oposición
Y ya el remate del personaje, a quienes muchos no querrían ver en un juicio teniendo en cuenta sus inclinaciones políticas de hooligan tertuliano, lo ha dado callándose todas las chapuzas del Gobierno con el coronavirus y regañando a la oposición que, hasta ahora, le ha dado a Sánchez el apoyo que nunca tuvo: recuerden al perrito Excalibur, al Yak 42, al 11M, al ébola o al Prestige:
No es de extrañar que, con ese bagaje, algún tuitero avispado le haya contestado preguntándose sobre cómo impactará en la imagen de la Justicia, y en su independencia, ver un caso tan claro de proselitismo con toga paseándose por las redes y los platós entre mamporros verbales, siempre a los mismos. ¿Qué dirán sus compañeros jueces?