La burda operación del PSOE andaluz para dinamitar la regeneración de Canal Sur
Casi 40 años de caciquismo en Andalucía le hace creerse al PSOE propietario de la Comunidad y de su televisión, con una campaña interna de coacciones que tiene miga.
Resulta pintoresco observar cómo el PSOE andaluz, que hace menos de medio año era puesto en la picota con una dura sentencia sobre el caso de los ERE, de repente haya encontrado un campo de batalla en Canal Sur, con apoyo de los mismos sindicatos que tanto tuvieron que ver también en aquellos chanchullos, y con los del partido de Teresa Rodríguez, la exlideresa 'troskista' de Podemos.
Sería risible, si no fuera por la situación en que estamos, que los mismos que durante décadas consideraron la RTVA como su cortijo particular hayan aprovechado el momento en que nos encontramos para lanzar una primera andanada contra el nuevo jefe de Informativos de Canal Sur, Álvaro Zancajo, uno de los purgados en TVE nada más aterrizar Sánchez en Moncloa y Rosa María Mateo en El Pirulí.
Señalado públicamente en el Congreso, además, por la mismísima portavoz del Gobierno de Sánchez, María Jesús Montero, con un gesto tan lamentable como intencionado: no en vano ella vive con un ojo en Madrid y otro en Sevilla, no sea que Susana Díaz caiga y ella sea el relevo.
Lo más curioso es que el responsable de dirigir la ofensiva haya sido un 'aparatchik' de la propia Díaz, Francisco Conejo, portavoz de su partido en la Comisión de Control de RTVA. Un 'dobérman' que se ha dejado los colmillos ante el bloque de consejeros de PP, Cs y Vox y que nos ha dejado elaboraciones teóricas tan elaboradas como que se está aprovechando el coronavirus para dar bombo al Gobierno andaluz en los Informativos de Canal Sur.
Caciquismo en vena
Otros podrían decir que, justo ahora, en plena crisis del Covid, el PSOE de Andalucía encuentra el momento adecuado para preocuparse más por sus obsesiones que por lo verdaderamente importante.
Claro que es difícil pedir peras al olmo, o a Conejo, que como secretario de Política Municipal del PSOE andaluz llegó a elaborar otro requiebro dialéctico con el caso de los ERE: que el único responsable político era Francisco Javier Guerrero (director general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta) y que Mariano Rajoy debía explicar la Gürtel. Un hacha, el tipo. Un ejemplo de esa “casta” que antes criticaba Podemos y de la que ahora va de la mano Adelante Andalucía.
En fin, cosas de la vida y de la política, y más cuando en Canal Sur todavía siguen presentes buena parte de aquellos que, lustro va, lustro viene, tienen más trienios que la cabra de la Legión y un sentimiento de propiedad del ente público digno de ser fustigado.
Y que protagonizan, por cierto, esperpénticas presiones a periodistas con nombre y apellidos, recién llegados, con currículos impecables y, eso sí, ajenos al caudillismo socialista de décadas: no soportan que hagan su trabajo sin llevar un pin de la rosa y, mucho menos, que encima las audiencias les sonrían. Cuando se conozcan algunas de ellas, más de uno y de dos tendrán que esconder la cabeza bajo el ala.
Alguno ha creído ver en todo ello una cierta debilidad de Ciudadanos, con Juan Marín al frente, e una especie de emulación de lo que ocurre con Telemadrid: en San Telmo y en la Puerta del Sol gobiernan en coalición PP y Ciudadanos, y al menos en la tele madrileña en papel de los naranjas se posiciona más con la oposición que con sus propios compañeros.
Pero no, no es eso lo que ocurre en Andalucía: allí es el PSOE, con sus perros de presa menos sutiles, quienes se encargan desde el Consejo de Administración, de intentar cazar a una presa que, cosas del caciquismo, consideran suya. Conejo da la cara, pero las hienas están dentro.