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¿Por qué el Gobierno oculta que España va a ser rescatada por Europa?

España ya es un infierno económico, maquillado por un Gobierno superado al que solo se le ocurre subir más los impuestos: el rescate es seguro y Sánchez debe explicarlo con urgencia.

Pedro Sánchez en La Moncloa

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El viernes hubo una reunión clave que ha pasado desapercibida. La de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, con sus homólogos del Eurogrupo. Con un único punto del día: negociar el tipo de fondo de rescate al que países como España se adherirán para empezar a cerrar la profunda herida generada por la pandemia, especialmente en países como el nuestro donde se reaccionó tarde y mal a una amenaza que todos conocían pero algunos ignoraron.

La videoconferencia fue desde la misma sala en que, en junio de 2012, Luis de Guindos pidió en nombre de Mariano Rajoy el rescate de las entidades bancarias públicas, las que dirigían políticos y no ejecutivos profesionales.

Que España se va a acoger a un rescate es tan cierto como que el Gobierno no quiere reconocerlo y, cuando lo reconozca, lo llamará de otra manera: el segundo asunto más relevante, tras la propia emergencia sanitaria, ha sido hurtado del debate público de manera sistemática y, mientras ya se negocia, incluso se niega.

Pero los demoledores números son elocuentes: con un paro previsto del 20%, una deuda pública del 115%, un déficit estimado del 10%, un desplome del PIB de al menos el 9% y un desajuste mínimo en los ingresos anuales de entre 40.000 y 60.000 millones de euros; no hay otra alternativa.

No se puede maquillar el desastre

Esto no se arregla con los delirios confiscatorios de Pablo Iglesias ni maquillando las cuentas que se envían a Europa, como han detectado y señalado organismos de todo tipo incluida la AIREF. La realidad es que ya hasta se demora el abono de los ERTES hasta junio porque el Estado no tiene liquidez.

Habrá rescate, pues, y comportará condiciones exigentes y a largo plazo: los efectos económicos de esta crisis sanitaria pueden durar una década. Y viendo que las recetas de este Gobierno consisten en en seguir despilfarrando en la Administración mientras ataca hasta al ahorro y se niegan o esconden los hechos; lo menos malo que puede pasarnos en que alguien en Bruselas ponga algo de orden.