Miguel Bosé "desvela" un plan de Gates y Pedro Sánchez para controlar el mundo
El artista reina en Twitter con una cadena de inquietantes acusaciones al presidente de España y al dueño de Microsoft: les adjudica un siniestro plan con la epidemia como excusa.
Suena muy delirante, sin duda, pero es lo que Miguel Bosé denuncia para pasmo o aplauso de Twitter, donde no se habla de otra cosa: la supuesta conspiración de Bill Gates para, a través de la vacuna del coronavirus, controlar a la humanidad inoculando minichips a cada receptor del antídoto que le permitiría ser controlado sin que se diera cuenta.
Para rematar la jugada, el cantante español mete en el ajo a Pedro Sánchez, socio y aliado del magnate americano en un siniestro plan que parece calcado del guión de la saga Matrix, aquella distopía futurista que sumía a la humanidad en una suerte de control absoluto tan bien narrada, también, por George Orwell en 1984 o Aldous Huxley en "Un mundo feliz". Éste fue el primer mensaje del autor de "Bandido":
La idea, según Bosé, consistiría en aprovechar el suministro de la vacuna para inocular en cada paciente una especie de "nanorobot" o de "polvo inteligente" que permitiría a Gates, y a los Gobiernos abonados a ese "Nuevo Orden Mundial", monitorizar a los seres humanos y teledirigirles a su antojo. Y ahí mete a Sánchez, a quienes otros amantes de las teorías de la conspiración también ubican junto al otro malo oficial de la película, el magnate George Soros:
Al menos hay que reconocer a Bosé arrojo y valentía, pues ni a él se le escapará que este tipo de disertaciones suelen generar un maremoto en torno al autor, con esa mezcla de crítica destructiva y risotadas que define a la perfección a Twitter. No hay más que ver la respuesta del mismísimo "Dios", una pequeña crónica en pocas líneas de los más hilarante ocurrido en el mundo en las últimas 24 horas:
Y hay más, a cual más mordaz y descarnado, como los dos siguientes ejemplos, que no sabemos si deprimirán al cantante o, al contrario, reforzarán su cruzada contra el Mal: acostumbrado a los aplausos, no sabemos cómo le sentarán las risas:
Y uno más, para terminar:
Si hay que morir o convertirse en un zombi manejado por un americano con gafas o un presidente algo alto para no llamar la atención, que sea entre carcajadas, parece sentenciar Twitter.