¿Invitará Sánchez a los familiares de todos los fallecidos al homenaje del 16J?
Se acerca el homenaje a los fallecidos por coronavirus, pero Pedro Sánchez tiene dos gravísimas deudas pendientes que convierten la cita en un polvorín.
Esta semana pasada en el Congreso de los Diputados el presidente del Gobierno ha dicho que sus actuaciones han salvado aproximadamente 450.000 vidas. Dicha afirmación la ha efectuado con el natural gesto prepotente al que ya nos tiene acostumbrados, y por supuesto no aportando documento científico alguno que avale dicha información.
Sin embargo, la clave no está en una hipótesis, en unos datos probablemente inventados en la fábrica de bulos de la Moncloa, sino en las vidas que se hubieran salvado si hubieran actuado con responsabilidad y prontitud.
La sociedad española merece saber el número exacto de fallecimientos para honrar a los muertos. Queremos que nos expliquen el desfase en el número de fallecimientos, los errores en el cómputo, los descuadres con las Comunidades Autónomas y, sobre todo, la gran diferencia entre los fallecimientos que hubo el año pasado en estos meses y los que se han producido este año.
Según los datos de los Registros Civiles el desfase de fallecimientos pone de manifiesto que casi 50.000 compatriotas han fallecido a causa de la pandemia y el recuerdo de los mismos, así como el respeto a sus familias, nos obliga a denunciar la mentira de un Gobierno insensible y sectario, que prefiere mentir a reconocer el drama que se ha vivido en nuestro país.
El mero hecho de mentir en un dato tan sensible nos hace sospechar que son conscientes de su pecado original, es decir, que actuaron durante el mes de febrero y los primeros días de marzo con criterios basados en su sectarismo ideológico, nos importándoles las consecuencias que se podían traducir en la pérdida de vidas humanas.
Ahora en este escenario, en esta nueva realidad, en esta nueva mentira nos quieren convencer de nuevo de que gracias a su gestión “salimos más fuertes”, olvidando que nunca una sociedad es más fuerte si no respeta la memoria de sus muertos, sobre todo cuando Sánchez ha anunciado un Funeral de Estado para el día 16 de Julio, ¿invitará a los familiares de los fallecidos?, ¿a quiénes?, ¿a cuántos?
Es terrible pensar que muchos españoles no pueden saber a fecha de hoy de qué han muerto sus familiares o amigos, pero, sobre todo, que hay un Gobierno que no quiere que se sepa la verdad con la colaboración vergonzante de un profesional de la medicina como es Fernando Simón, que se ha prestado a la mentira y al engaño seguramente a cambio de un plato de lentejas en forma de promoción profesional e incluso personal con campañas de la izquierda haciéndolo pasar por líder de masas.
Estoy convencido que, en su fuero interno, le resonará como un trueno la frase del cantautor y poeta alemán Wolf Biermann: “Qué cerca sentimos a algunos que están muertos y que muertos nos parecen otros que aún viven”.
Siempre nos están repitiendo los terminales periodísticos de la izquierda: “en los tiempos duros, no es momento de críticas, que ya llegará el momento de ser críticos. Según ellos, una vez terminado el estado de alarma, sería el momento de realizar la crítica.
Una nueva mentira, una nueva manipulación. Ahora se ha acabado el Estado de Alarma y comienza la campaña para desviar su responsabilidad y han escogido como objetivo a la presidenta de la Comunidad de Madrid con las residencias de ancianos, olvidando que Pablo Iglesias asumió la responsabilidad y el compromiso público y social de su gestión en el estado de alarma.
Lo decía el BOE
Si pudieran borrarían ahora mismo el Boletín Oficial del Estado de 19 de marzo en el que se publicaron los poderes que asumía la vicepresidencia de Asuntos Sociales para gestionar las residencias. Sin duda el mensaje con el que quieren Pedro y Pablo iniciar su “nueva normalidad” es: el Gobierno ha salvado 450.000 vidas y si no han sido más es por culpa de Isabel Díaz Ayuso que es la responsable de la muerte de miles de personas mayores.
Quiero terminar con la frase de Voltaire, filósofo de la Ilustración y defensor de los derechos humanos, que dijo: “A los vivos les debemos respeto, pero a los muertos solo les debemos la verdad”.