Montero intenta disimular pero a Sánchez ya se le ha puesto cara de Zapatero

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, la ha liado muy parda tras asegurar este fin de semana en La Sexta Noche que lo peor de la crisis ya había pasado y que el drama registrado con el hundimiento del PIB, cercano al 20%, era reflejo de una foto antigua de junio ya remontada en las últimas semanas.

Gloriosa afirmación teniendo en cuenta que todas y cada una de las variables económicas ha empeorado hasta niveles históricos y que la recuperación no se vislumbra por ningún lado: el turismo, la gran esperanza estacional, se ha despeñado hasta los sótanos, en otro nuevo ejercicio de imprevisión gubernamental casi sonrojante.

El mensaje de la ministra no puede resultar más incompatible con la realidad, resumida en un "parte médico" que confirma a España como el país con mayor mortalidad y peor ruina del mundo civilizado, pese a los cual Sánchez se aplaude a sí mismo, sus ministros restan importancia a la tragedia y el PSOE presume de haber liderado la reconstrucción de Europa, nada menos. Y provoca esto, de trágica memoria:

¿De nuevo estamos en la Champions League de la economía mundial, como dijo Zapatero en 2007? ¿O no debemos decir que estamos en una brutal crisis económica, como negó el mismo expresidente socialista en 2008 antes de que el batacazo fuera absoluto? La cara de ZP que se le pone a Sánchez es cada día más clara, por mucho autobombo que se dedique para tapar la realidad:

Lo cierto es que, en contra de lo afirmado por Montero, el cataclismo económico no es de junio: a 30 de julio, todos los datos y variables confirmaban que la crisis ha llegado, que ya es recesión y que, desgraciadamente, va para rato.