Irene Montero "reincide": otro posado la convierte en la "Preysler de Galapagar"

Irene Montero ya se llevó lo suyo con su reciente posado en Diez Minutos. Pero parece que le ha cogido el gusto a aparecer como una estrella de Hollywood y ahora se marca un reportaje en la revista Vanity Fair en la que, como ha descrito con socarronería hoy mismo Carlos Herrera, parece la reina Rania de Jordania.

Era previsible que las redes la hicieran Trending Topic, y así ha sido. Y no precisamente para bien, por mucho que a la ministra de Igualdad luego le parezca todo una persecución: al igual que los escraches para sus rivales son "jarabe democrático" pero las protestas a un kilómetro de su casa son "acoso ultraderechista"; los insultos de Echenique en Twitter son análisis político pero las críticas a ella son coacciones. Y claro, la reacción es casi cruel:

Y si en el anterior posado con Rosa Villacastín el revuelo se originó con un detalle, el supuesto Rolex que la ministra de Igualdad llevaba pero que no era tal, en éste las bromas han venido por el retrato que tiene de fondo Montero en una de las fotografías, tan del agrado de Felipe VI y de doña Letizia como, seguramente, indigesto para los seguidores de la dirigente "republicana". Así lo ha detectado y difundido, con sorna, el célebre "Dios" tuitero:

Tampoco han pasado desapercibidas sus reflexiones sobre la vida en pareja con Pablo Iglesias, con supuestas infidelidades al fondo con un nombre propio, el de Dina Bousselham, al que nadie cita por su nombre pero flota en el aire para todos. Por ejemplo para Rimbaud, otro fino tuitero con la munición de 140 caracteres siempre a punto:

Y el tuit definitivo, autoría de uno de las vacas sagradas de la red de los trinos, el "sobrino" virtual del Rey de España, nada menos, que se presenta a sí mismo ante su legión de fans como Froilán I de España, instigador de algunos de los momentos más divertidos de Twitter desde hace años: