Irene Montero "perdona" a Pablo Iglesias hablando de sexo para todas las mujeres
La ministra de Igualdad tiene una gran "idea" para tapar a su vicepresidente: el aborto sin permiso para las menores y una curiosa iniciativa sexual para todas.
Irene Montero debería mostrarse despechada tras enterarse de que su chico ha acabado en el Tribunal Supremo por un lío muy sórdido y quizá delictivo con una “amiga entrañable”, la tal Dina Dousselham.
Quien, por cierto, valdrá mucho la joven, pero todos los trabajos que ha encontrado han sido gracias a los enchufes del machito alfa, el azotador hasta sangrar de Mariló Montero: asesora por aquí, asesora por allá, directora de un panfleto digital acullá.
No se sabe si Pablo Iglesias habrá tenido que dormir en el sofá. Tampoco cuántas veces habrá dicho en las últimas horas eso de “Cari, no es lo que parece”, “Solo fue una vez”, “La tarjeta no tenía nada raro” y demás excusas de mal pagador.
Pero sí sabemos qué ha hecho en público la Princesa del 8M, la del “sola y borracha” que acabó en “intubada y en la UCI”: sacarse de la manga el comodín del aborto para ver si cuela y desvía la atención sobre Pablito, el vicepresidente segundo, líder de Podemos y miembro de la Comisión del CNI que, para defenderse, acusa a jueces y rivales de dar un golpe de Estado cada vez que le pillan con el carrito del helado.
El señuelo de la ministra de Igualdad es espantoso, de los peores que se recuerdan: quiere anular el permiso paternal para que las niñas de 16 años puedan abortar sin consentimiento. Es decir, que se enfrenten solas a un momento tan terrible, sin la madurez y compañía de sus progenitores.
Irene Montero tiene respuesta a los líos de Pablo: cambiar el aborto y preocuparse por la salud sexual de todas. Qué ojo
La titular de Educación, Isabel Celáa, dijo no hace mucho que los niños no eran de los padres. Ahora Montero dice que los niños es mejor que no nazcan y que eso deben decidirlo, además, otros niños y en soledad. ¿Se puede ser más inhumana?
La reforma legal, además de la inducción del aborto a menores que no pueden ni votar ni hacerse un tatuaje sin permiso, también incluye este objetivo, expresado por la propia Montero sin ruborizarse: “El Ministerio de Igualdad está haciendo lo posible por mejorar la salud sexual de todas”.
No consta formalmente la participación en ese reto del Ministerio de Asuntos Sociales, aunque a estas alturas es imposible descartar la implicación personal de su titular, siempre dispuesto a pelear por esos objetivos dando lo mejor de SIM.