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Hasta aquí hemos llegado

El Gobierno se equivocó en marzo, levantó irresponsablemente el control en verano y ahora quiere quedarse con poderes plenos hasta mayo, sin demasiadas explicaciones ni control.

Pedro Sánchez, en el Congreso

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Últimamente muchos ciudadanos nos hemos estamos preguntando hasta donde vamos a llegar ante la falta de gestión del Gobierno con respecto a la pandemia de la Covid-19. Llevamos casi un año sufriendo la epidemia y parece que otra vez estamos llegando tarde a la hora de adoptar medidas que puedan causar un menor impacto negativo a la economía y a la salud psíquica y física de los españoles.

Hace apenas cuatro meses que el Presidente del Gobierno declaraba con su tono soberbio, que habíamos ganado la batalla al virus, y que salíamos más fuerte. Tras dicha declaración emulando a un parte de guerra, se fue de vacaciones recorriendo palacio tras palacio, mientras empezaban a sonar las alarmas en distintos lugares de España.

Su decisión fue inventar un nuevo concepto: “la cogobernanza”, término con el que escondía su inacción y sobre todo su voluntad de lavarse las manos y dejar toda la responsabilidad en las Comunidades Autónomas.

Desde el mes de julio hemos podido observar atónitos los ciudadanos, como muchas administraciones tenían que tomar medidas sin tener los instrumentos jurídicos oportunos y como iban limitando el resto de países la posibilidad que se pudiera viajar a nuestro país, pero Pedro Sánchez no consideró que se tenía que anticipar con medidas preventivas para evitar un segundo confinamiento.

La segunda ola, que estaba inundando toda España desde el verano, ya ha sido reconocida oficialmente por el Gobierno, instaurándose un “toque de queda” que ha provocado una situación semejante a la que se produjo el 14 de marzo. De nuevo los ciudadanos tenemos la impresión de que se ha llegado tarde que hasta que no se ha desbocado la pandemia no se ha actuado, y sobre todo que el Gobierno únicamente actúa por motivos de oportunidad política.

Estamos en la casilla de salida, sin que se hayan reconocido los errores pasados, volviendo a los sermones que nos hacen recordar momentos angustiosos

En la última prórroga del Estado de Alarma en Junio el Presidente se comprometió a reformar la legislación para no tener que acudir a una figura que supone una excepcionalidad constitucional, y no lo ha cumplido causando un caos en toda España , en la que en unos lugares se confinaba perimetralmente , en otros por franjas horarias , en otros por departamentos sanitarios e incluso en Madrid se decretaba por 15 días el Estado de Alarma quedando sin vigor transcurridos los mismos.

Una medida meramente de confrontación con la Presidenta madrileña; en cambio en Navarra, Rioja o Cataluña, con peores datos sanitarios, no se tomaban las medidas de urgencia oportunas.

Seguimos sin saber si las medidas anunciadas por el Presidente Sánchez el pasado domingo cuentan con el aval sanitario, ni siquiera sabemos si ya existe el comité de expertos con cuya existencia se nos mintió desde marzo pasado.

Tampoco sabemos que alarmas han saltado en el departamento de Seguridad Nacional para que volvamos al Estado de Alarma, tras conocer que desde enero los ministerios conocían la gravedad de la crisis sanitaria y no adoptaron medida alguna para evitar la suspensión de las manifestaciones del 8 de marzo.

Sin autoridad

En definitiva seguimos sin tener una autoridad sanitaria independiente de la que los españoles nos podamos fiar y por tanto ver el futuro con cierto sosiego y asumir que se están adoptando las medidas acertadas.

Así pues “hasta aquí hemos llegado”, estamos de nuevo en la casilla de salida, sin que se hayan reconocido los errores pasados , volviendo a los sermones dominicales presidenciales , que nos hacen recordar momentos muy angustiosos producidos hace escasos meses y sobre todo nos hacen preguntarnos si se van a cometer los mismos engaños y poca transparencia con la que actúo el Gobierno desde enero pasado, a la hora de explicar lo que esta ocurriendo y lo que está por venir.

En Valencia tenemos una frase con la que recordamos los hechos catastróficos de la riada de 1957: “Hasta aquí llegó la riada”, con la que los valencianos queremos expresar como una tragedia puede cambiar la vida de miles de ciudadanos pero con el esfuerzo de todos, la adversidad se puede vencer.

Los ciudadanos podemos afrontar cualquier situación complicada pero se puede superar con transparencia y con el liderazgo de profesionales , porque lo peor que nos puede pasar a los españoles es que se nos lleve de nuevo a un callejón sin salida, ahondando la crisis sanitaria , social y económica por simple oportunismo político.