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Kim Jong Sánchez y el Ministerio de la Verdad

El principal fabricante de fake news de España es el Gobierno, y ahora pretender utilizar los bulos como excusa para perseguir lo que realmente le molesta: las verdades incómodas.

Kim Jong Un y Pedro Sánchez

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El mes pasado lo intentó con la Justicia. El anterior con el Rey Felipe VI. Y ahora la emprende con la libertad de información. En pleno estado de alarma, con los controles parlamentarios y judicial disminuidos, Sánchez ha creado un Ministerio de la Verdad con Iván Redondo al frente para que nadie ose discutir la Verdad Oficial de la España sanchista.

Dicen los corifeos del presidente que es para evitar la difusión de bulos y fake news, con la misma desvergüenza con la que dijo que poner a Dolores Delgado de Fiscal General del Estado era para mejorar la Justicia. Y viendo lo que están intentado su exministra y su Gobierno con los jueces… nos podemos imaginar qué intentará hacer su Jefe de Propaganda con la información.

Miren, si alguien les ha engañado a ustedes, si alguien fabrica bulos y noticias falsas desde hace años… es Sánchez. Primero los fabricaba solo. Y ahora los fabrica con Pablo Iglesias, el señor que ha llegado a decir que los medios de comunicación privados son una amenaza para la democracia y que la libertad de información no puede estar al margen de los poderes públicos. Es decir, de él mismo.

Más allá de cuatro notas en Twitter y de los amigos rusos de Puigdemont y Junqueras, las únicas fake news peligrosas proceden del PSOE, de Podemos, y de Moncloa. Les recuerdo varias, aunque podríamos estar dos días con la lista. Sánchez se presentó ante los electores comprometiéndose a no deberle la presidencia a los independentistas. Y gobierna gracias a ellos, a cambio de cosas tan graves como expulsar al español de las aulas de Cataluña y el País Vasco.

Sánchez dijo que jamás pactaría nada con Bildu, y gobierna Navarra gracias a Otegi y ha acordado con ellos hasta la derogación de la reforma laboral. Sánchez rechazó una coalición con Podemos, de quien dijo que convertiría a España en Venezuela. Y ahora les tiene metidos hasta en el CNI.

Sánchez defendió el endurecimiento del delito de rebelión para los golpistas catalanes. Y ahora les va a indultar. Sánchez dijo que la pandemia llegó de manera imprevista… y conoció la amenaza en enero, febrero y marzo pero no hizo nada.

Sánchez no persigue las mentiras, de la que él es primer fabricante, sino las verdades incómodas que arruinan su propaganda

Sánchez sostuvo que todas las decisiones en la gestión de la pandemia las tomaba un Comité de Expertos… que no existía. Sánchez anunció que o le aprobaban sus Presupuestos o la Unión Europea no daría ayuda económica… y hasta Bruselas le tuvo que rectificar. Sánchez anunció la victoria ante el virus…. Y estamos en cifras de muertos diarios de abril.

Y una más, que las resume todas: Sánchez esconde la cifra real de muertos, que no existe mentira más vergonzosa, indecente e inhumana que ésa.

¿Kennedy?

Sánchez se cree Kennedy, pero es Kim Jong Un. Y tiene a su vera un imitador de Hugo Chávez. Ambos son a las fake news lo que Mozart a la música, Maradona al fútbol o Goya a la pintura. ¿Y van a ser ellos, con Redondo cuadrando el imposible círculo, los que digan qué se puede decir, qué se puede opinar y de qué se puede informar?

El Gobierno es en si mismo es un fenomenal bulo que ha arruinado, troceado y enfermado a España como nadie en un tiempo récord. Y en lugar de intentar arreglarlo, se conforma con que nadie lo diga. Porque este "Ministerio de la Verdad" no va de perseguir mentiras, sino de esconder verdades incómodas que en esta España alarmada cada vez menos se atreven a contar.