El Gran Wyoming empequeñece por el mayor problema económico de su vida
Maxim Huerta dimitió como ministro por el mismo problema que ahora tiene el presentador de El Intermedio con Hacienda y que le va a costar un disgusto... y un dineral.
José Miguel Monzón, más conocido como El Gran Wyoming, despierta odios y pasiones como pocos desde El Intermedio, referencia para unos del humor inteligente y para otros del sesgo más descarado. Pero a nadie deja indiferente: ni siquiera a Hacienda, que le ha dado un "estacazo" de época al condenarle a pagar 566.921 euros.
Al parecer, según Voz Pópuli, el presentador intentó pagar menos impuestos declarando sus ingresos a través de una sociedad, y no como persona física con más obligaciones tributarias. Algo perfectamente válido si la empresa en cuestión, además de existir, tiene actividad, personal y oficinas, por ejemplo.
No es el caso, según la confirmación de la sentencia previa desde la Audiencia Nacional por unos hechos que, al parecer, han sido muy comunes en estrellas de la televisión, el deporte o el espectáculo que se llevaron por delante la carrera política de Maxim Huerta, presentador junto a Ana Rosa Quintana y efímero ministro de Cultura con Pedro Sánchez: en su caso, se desgravó gastos personales como laborales, en una línea paralela a la de Wyoming:
También recuerda al caso de la familia Bardem, denunciada por la plantilla de su antiguo restaurante en Madrid, "La Bardencilla", por clamar contra la reforma laboral de Rajoy y utilizarla para despedirles a bajo coste. O incluso al de Pablo Echenique, condenado igualmente por pagar en B a su cuidador personal tras denunciar en público la precariedad de los trabajadores del hogar. Y las redes no lo han perdonado, claro:
Conviene recalcar que a Wyoming se le podrá hacer un reproche moral por ir de látigo del capitalismo y luego disfrutar de sus excelencias. O por clamar contra las injusticias e intentar luego, por todos los medios, ahorrarse el máximo dinero posible con el que Hacienda intenta paliarlas. Pero no uno legal: no estaba de acuerdo con el fisco y ha pleiteado, un derecho que le asiste a cualquier ciudadano.
Y el fallo es administrativo, no penal, y nace de de la discusión sobre la multa interpuesta, y no sobre el pago del principal, que Monzón no discutió cuando conoció la reclamación. Pese a ello, o por todo ellos, las redes no han pasado por alto el episodio y le han sacado el mismo partido que él, sin duda, le hubiera sacado en La Sexta de ser el protagonista, digamos, Federico Jiménez Losantos:
Y es que, en Twitter, nadie hace prisioneros. Aunque la brocha gorda sea, las más de las veces, el arma elegida para los duelos.