El Gobierno solo va de vacaciones a Canarias: así se incumple la ley migratoria
Este problema no le interesa al presidente Pedro Sánchez, capaz de irse de vacaciones a un palacio situado a apenas 300 metros de donde llegan las pateras.
Hoy en día, nuestro país sufre una crisis migratoria sin precedentes. El Gobierno de España, ha provocado una entrada masiva de inmigrantes en situación irregular, en lo que llevamos en este año 2020 han llegado más de 20.000 a las Islas Canarias, además hay que sumar la llegada a otros puntos, como Murcia, Alicante, Algeciras, Ceuta y Melilla.
Este efecto llamada, hace que España sea una de las puertas principales de entrada a Europa de la inmigración irregular por vía marítima. La política del Gobierno de coalición se basa únicamente en anunciar el "papeles para todos" que se traduce en que las mafias se aprovechan de la idea de que en España no se cumple ni la Ley de Extranjería ni las exigencias de Bruselas que prohíben regularizaciones masivas.
Este incremento migratorio es debido a la debilidad de este Gobierno frente a los que se aprovechan de la necesidad y sufrimiento de miles de personas que simplemente quieren poder vivir. No podemos olvidar la operación de propaganda que montó el recién nombrado gobierno socialista de Pedro Sánchez en el verano de 2018 cuando recibió a 630 migrantes del Aquarius para luego abandonarlos por las calles de Valencia, solo estuvieron para la fotografía de bienvenida para luego desentenderse , teniendo que prestarles ayuda las entidades humanitarias como Cáritas o Casa de la Caridad.
Es este Gobierno el autodenominado “más progresista de la historia” el que debió responder y ha quedado acreditado tanto en ese momento como en el actual que la mentira y la falta de transparencia es su verdadero programa en materia de migración.
El ministro Marlaska no ha explicado de forma suficiente como están llegando desde Canarias hasta la península cientos de migrantes con pasaportes falsos, sin control contra la Covid-19 y vulnerando el Estado de alarma y el cierre perimetral de las Comunidades Autónomas , como Andalucía, Madrid o la Comunidad Valenciana.
El Ministerio del Interior ha afirmado que los traslados de migrantes desde Canarias son “muy esporádicos” , pero se niega a dar cifras excusándose en que “no tenemos eses dato”, mientras que han sido los propios sindicatos policiales quienes están denunciando la llegada a la península de estas personas sin control alguno.
El ministro Marlaska no ha explicado de forma suficiente como están llegando desde Canarias hasta la península cientos de migrantes con pasaportes falsos
Lo mas ridículo ha sido cuando el presidente de la Generalitat Valenciana Ximo Puig solo se le ha ocurrido como disculpa, afirmar sin sonrojarse, que “no son aviones fletados de migrantes si no que son viajeros”, realmente insultan nuestra inteligencia.
Sáchez debe de desplegar medidas de refuerzo extraordinario y dotar a las fuerzas de seguridad de más medios materiales y humanos para la devolución y repatriación inmediata de los migrantes a sus países de origen. Es una vergüenza que lo único que le preocupa al Gobierno es mantenerse a flote en el poder mientras miles de personas luchan por no ahogarse en el océano jugándose la vida.
Las visitas del ministro Marlaska en agosto a Argel y en noviembre a Marruecos, no han servido para nada. En su visita a Canarias en octubre el ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, manifestó que el Gobierno daría una respuesta integral a la problemática de la migración irregular, y esa respuesta todavía no ha llegado.
Tampoco Ábalos
A su vez, el ministro de Movilidad, Transporte y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, en su viaje a Gran Canaria para conocer la crisis, aprovechó para tomarse unas vacaciones con su familia en un hotel de 5 estrellas, sin realizar propuesta alguna en el ámbito de sus competencias.
Como tampoco le interesó este problema al presidente Pedro Sánchez, cuando se encontraba en el Palacio real de la Mareta en Lanzarote, este verano, a menos de 300 metros de donde llegaban las pateras .
Nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad trabajan de forma ejemplar, el problema no está en su falta de eficiencia sino en un gobierno incompetente que no les dota de todas las herramientas posibles para llevar a cabo una política realista y eficaz en la lucha contra las mafias que trafican con seres humanos. Se debe cumplir la ley.