Sin límites
No es un Gobierno de Progreso lo que tenemos el timón del país, sino más bien un Gobierno de la Superación. Porque cada vez se superan más y cada vez nos sorprende menos.
Sánchez ante Iceta.
Como buena terca que soy siempre he sentido una especial debilidad por la famosa frase de ya no recuerdo qué campaña publicitaria que rezaba "impossible is nothing". Otra frase sin autor identificable que siempre me ha fascinado sobremanera es la de "el límite lo pones tú". Y he de reconocer que esto de tener que estar informada 24/7 me ha hecho ver desde una perspectiva completamente diferente ese concepto tan embriagador según el cual los límites solo están en nuestras cabezas.
Qué romántico e inspirador es pensar que los límites no existen, que todo se puede y que todo es esforzarse cuando dichos conceptos se refieren a uno mismo y qué terror me entró en el cuerpo el día en el que me di cuenta de que alguien en La Moncloa parece tener las mismas aficiones por no ponerse barreras mentales que yo.
Tenemos un Gobierno sin límites. Peligrosamente sin límites. Seguro que esto lo habéis pensado en más de una ocasión junto con la ya tan manida por una gran parte de la ciudadanía española pregunta de "¿hasta dónde va a llegar todo esto?".
Han venido con muchas ganas y cada vez parecen tener menos escrúpulos
Pues bien, coged aire y disfrutad conmigo de la cruda realidad: llevo más de seis meses monitoreando día a día los principales noticieros del país y si al principio de mi extraño hobby de YouTuber tenía un cierto miedo de quedarme sin contenido, a día de hoy, seis meses después, tengo absolutamente comprobado que esto llegará hasta que quieran o mejor dicho hasta que ya no quieran más. Y preparaos para un largo camino porque han venido con muchas ganas y cada vez parecen tener menos escrúpulos.
Y si no me creéis, preguntaos conmigo. ¿Qué limite tiene un Gobierno que hizo todo lo posible para que las elecciones en Cataluña no fueran aplazadas porque Tezanos en su CIS les declaraba ganadores? De modo que no podemos salir de nuestras casas salvo para trabajar y acudir a un mitin político. Porque ciertamente, ¿para qué quieres ver a tu abuela con el buen porte que tiene el candidato Illa? Tú al mitin y a casa. Surrealista pero cierto.
¿Dónde piensas que se va a parar esa cúpula de políticos que acaba de invertir 112 millones de euros en publicidad institucional mientras la hostelería en todo el país se ahoga sin solución real alguna? ¿Cómo esperas que sepan parar aquellos que en plena pandemia se gastaron 807 millones de euros en sobresueldos y se fueron a atender cada uno sus menesteres: uno los de Doñana y otro los de Portugal?
No es, por lo tanto, un Gobierno de Progreso lo que tenemos el timón del país, sino más bien un Gobierno de la Superación. Porque cada vez se superan más y con ello cada vez nos sorprenden menos. Un Gobierno sin límites para una España sin solución.