La CNT airea las miserias laborales del empresario favorito de Podemos, Roures

Sobornos para conseguir Mundiales de fútbol, informes de la Guardia Civil señalando su papel "capital" en la trama mediática del 'procés', muñidor de encuentros a oscuras entre ERC y Podemos... Jaume Roures lo tiene todo. Pero lo que nos faltaba era lo del convenio de su empresa.

Desde que entró en el estrellato mediático en 2006 con la fundación de La Sexta, y en 2007 con la creación de Público, el empresario que no trabaja, sino que milita, siempre ha demostrado su capacidad de sorprender al común de los mortales por hacer lo contrario a aquello que predica.

Roures, el empresario favorito de Podemos, el amigo de Juan Carlos Monedero y de Pablo Iglesias, al que nunca verán en La Última Hora, mantiene la tendencia y juega fuerte. Lo evidenció una protesta de trabajadores de Mediapro adscrito al sindicato ácrata CNT, que se manifestaron en la sede de su empresa, Mediapro, en el 177 de la Diagonal barcelonesa por un "convenio digno".

"Mediapro nos niega un convenio justo", podía leerse en una pancarta con los viejos colores rojinegros.

¿Cómo? ¿Mediapro sin un convenio decente? ¿La empresa de un antiguo militante trotskista que sigue presumiendo de mantener vivos sus ideales? ¿La del hombre que financió un documental de Fernando León de Aranoa a mayor gloria de Podemos? Pues eso parece.

En eso, Roures continúa teniendo la capacidad de sorprender por su capacidad para subir un escalón más. Y no será porque no tiene hitos en su carrera. El cierre de Público cuando el periódico dejó de cumplir sus expectativas. Las maniobras para quedarse con la cabecera en digital. El hecho de celebrar su 65º cumpleaños por todo lo alto, Iglesias y Monedero incluidos, en el Can Roca madrileño, como un burgués capitalista.

Los Mundiales

Rentabilizar y dar cobertura mediática al procés, centro de prensa incluido, hasta ser calificado como “elemento capital” de la trama independentista por la Guardia Civil. Celebrar un cónclave opaco en su domicilio entre Iglesias (el que criticaba la política hecha en los palcos de fútbol y sin luz y taquígrafos) y Oriol Junqueras, entre otros, en agosto de 2017, que fue “reventado” por la prensa.

O conseguir que su empresa reconociese en un comunicado haber incurrido en sobornos para hacerse con derechos audiovisuales de Mundiales de Fútbol después de que el Departamento de Justicia estadounidense le pusiese contra las cuerdas.

Pero no se preocupen, que los morados y los comunes no dirán nada al respecto. Es lo que tiene ser amigo de Iglesias y Monedero. A ver si (léanlo con ironía) Yolanda Díaz, desde Trabajo, toma cartas en el asunto