Duras críticas a Irene Montero por defender a Rocío Carrasco y callar con Ayuso

La docuserie "Rocío Carrasco: contar la verdad para poder vivir", estrenada el domingo por la noche en Telecinco, ha generado una auténtica tormenta, y no solo en el mundo del corazón.También la política ha entrado de lleno en el debate, para satisfacción de Jorge Javier Vázquez, moderador de la tertulia que sucedió a la emisión de los dos primeros capítulos de una serie que rompe 20 años de silencio de la popular hija de Rocío Jurado, separada bruscamente del ínclito Antonio David Flores.

Y es que la propia ministra de Igualdad, Irene Montero, irrumpió en directo en el programa, desde las redes sociales, para presentar el caso como un ejemplo de maltrato a la mujer y lanzar una encendida defensa de Rocío Carrasco que fue, a la vez, una contundente acusación a su exmarido.

La serie de tuits de la ministra ha elevado a categoría política lo que parecía un culebrón más de ese mundo paralelo de famosos y famosillos que tantas horas llena en los canales de Mediaset, exhibiendo miserias, grandezas, amores y odios empaquetados en formato de casquería para que nadie se quede sin su ración de despojos.

Y es que Montero no ha dudado en recuperar uno de los lemas más célebres de la nueva ola feminista, nacido al calor de los luctuosos hechos protagonizados por "La Manada", detonantes de una gran polémica social e impulsores incluso de la "Ley de Libertad Sexual", más conocida como ley del "Solo sí es sí": "Rocío yo sí te creo", ha resumido Montero su posición tras, se supone, tragarse íntegro el programa.

Una postura legítima, se comparta o no, que sin embargo ha tenido una feroz respuesta en las redes al coincidir con otro episodio tremendo: el mensaje del "comunicador" Máximo Pradera en el que, con un supuesto lenguaje "figurativo", instigaba a "cortar el cuelo con la macheta de un carnicero" a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Sobre este episodio, protagonizado por el mismo personaje que hace menos de un mes le deseó un cáncer a una diputada de VOX, Macarena Olona, la ministra de Igualdad no ha hecho ni una sola mención, y mucho menos una condena que tantos otros sí han manifestado. Y claro, le ha caído la mundial por su silencio:

La polémica, pues, está servida-