Las mentiras del Gobierno con el empleo en España: la crisis sigue desbocada
La economía real sigue hundida y las cifras de paro son estremecedoras, por mucha propaganda que ponga el Ejecutivo para intentar disimular un estropicio muy profundo.
El Gobierno ha arrancado el año vanagloriándose frívolamente de la histórica creación de empleo y de una pletórica recuperación económica, con Pedro Sánchez como heraldo de esos supuestos logros en un mitin e Castilla y León caracterizado, en realidad, por las protestas de los ganaderos por las incalificables denuncias del ministro Garzón y la tolerancia hacia ellas del propio presidente, que lo mantiene incomprensiblemente en el cargo.
Aunque los números absolutos indican técnicamente que el empleo neto ha alcanzado cifras previas a la pandemia, la letra pequeña dice otra cosa bien distinta: los números absolutos se logran por el empleo público; el temporal o reducido; el crecimiento de los autónomos y la incorporación de los trabajadores en ERTE en las las cifras de trabajadores activos.
La explicación a por qué España es el país con mayor pérdida de PIB y menor crecimiento de Europa pese a crear tanto empleo neto es precisamente ésa: no se está creando empleo real en el sector privado; la productividad es muy baja y la economía real sigue sumida en una profunda crisis.
Entre febrero de 2020 y diciembre de 2021, la administración pública ha aumentado en 244.751 empleados, sufragados por el erario y los impuestos. En ese mismo periodo, sin embargo, el sector privado ha perdido más de 18.000 puestos de trabajo.
Los datos de creación de empleo son un espejismo: la letra pequeña indica que la crisis es profunda y no va a parar
La productividad de los empleados públicos es menor que la del sector privado y por se ha reducido un 6.6% desde el inicio de la pandemia, lo que se visualizará también cuando se hagan públicas las horas trabajadas en España, sin duda en retroceso.
La crisis crece
Finalmente, el trabajo a tiempo parcial o temporal está muy lejos de detenerse, por mucha contrarreforma laboral cosmética que impulse el Gobierno: aunque mejora las cifras de afiliación a la Seguridad Social, no refleja una recuperación del mercado laboral ni de la economía: en diciembre, solo el 10% de los contratos han sido indefinidos. Y los temporales a tiempo parcial, rozan el 30%.
A modo de resumen, se puede frenar el optimismo artificial del Gobierno con las cifras en la mano: en España no se crea empleo privado; se siguen destruyendo empresas (60.000 menos desde febrero de 2020) y el empleo que se crea es público, temporal o a jornada reducida. Por eso el crecimiento económico es lento y por eso la crisis, lejos de estar amainando, acaba de comenzar.