Fotografía difusa
Estamos ante un gobierno quemado y falto de eficacia, aunque algunos ministros llevan escasos meses de gestión.
El famoso fotógrafo norteamericano, Ansel Adams, afirmó que: “No hay nada peor que la imagen nítida de un concepto difuso”. Dicha frase es la fotografía del gobierno actual. Lo único que vemos, oímos y entendemos nítidamente es lo difuso de la imagen del gobierno.
Hace escasos días, se cumplieron dos años del gobierno de coalición socialista-comunista en España. Realmente a muchos ciudadanos nos parecía que llevaban gobernando mucho más tiempo, y nos parece ver cada vez más vieja y amarillenta la fotografía de los actuales ministros.
Estamos ante un gobierno tan desgastado que, según las últimas encuestas, únicamente aprueba la ministra de Defensa, Margarita Robles, verdadera experta en esconderse detrás de la buena imagen que tiene nuestro ejército cuando hay alguna polémica que sacude los cimientos de la Moncloa, lo hemos podido comprobar en la última polémica gubernamental por los insultos del ministro Garzón a nuestros ganaderos.
Haciendo un simple análisis de cada uno de los ministros, entendemos el porqué los ciudadanos, como ponen de manifiesto las encuestas publicadas, consideran que estamos ante un gobierno quemado y falto de eficacia, aunque algunos ministros llevan escasos meses de gestión.
Así, Nadia Calviño, arrastra a nuestra economía hacia el total “desequilibrio”, frase que le perseguirá durante su vida política. Yolanda Díaz siempre será la ministra que quiere parecerse a Eva Perón, líder de los descamisados pero viviendo en una vivienda oficial de 443 metros cuadrados que pagamos todos los españoles.
La ministra Llop lo tiene difícil a la hora de ir a una peluquería, ya que no tiene al gremio muy contento por su veto en el Senado a la bajada del IVA. La ministra de Sanidad cada vez tiene una imagen más distorsionada debido a que nunca ha estado liderando la prevención de la pandemia, solo opina cuando la ola ya nos ha golpeado de lleno.
Marlaska tiene el triste récord de peticiones de dimisión, no solo de la oposición, sino de todos los colectivos, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y funcionarios de prisiones
La ministra Montero falla más en sus previsiones presupuestarias que una “escopeta de feria”, aunque ya eran famosos sus errores cuando era consejera en Andalucía con Chaves y Griñán. Marlaska tiene el triste récord de peticiones de dimisión, no solo de la oposición, sino de todos los colectivos, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y funcionarios de prisiones.
Alberto Garzón es el ministro que más ha desacreditado al gobierno poniendo de manifiesto que siempre es un problema ser una cuota y que donde le lleve su carrera política siempre será una simple cuota, además de “gafe”.
El 'terror' de los pensionistas
El ministro Escrivá tiene un don: cada vez que habla tiemblan los pensionistas y sobre todo, los futuros pensionistas. Con respecto a Irene Montero podemos decir que es la ministra que más teme a sus archivos de videos, declaraciones y tweets, porque cada vez que hace una declaración las redes sociales le recuerdan la famosa frase: “donde dije digo, digo Diego”.
De la ministra Belarra, muchos nos preguntamos porqué está siempre enfadada y riñéndonos. Del ministro Planas muchos agricultores y ganaderos se preguntan para qué sirve, en Bruselas pasa inadvertido y en España, hasta Garzón le hace sombra, lo cual debe de ser frustrante. Al ministro Iceta se le recuerda más por sus bailes que por su gestión, y al ministro Bolaños cada vez se le pone más cara de “Rasputín”, siempre dispuesto a enredar.
Los ministros desconocidos
Del resto de ministros poco se pude decir, solamente que muchos ciudadanos desconocen lo que hacen e incluso de qué son ministros o ministras. Podíamos preguntar ¿quién es Albares, Sánchez, Ribera, Alegría, Rodríguez, Morant, Maroto, Subirats?,¿cuál es su ministerio?, o simplemente ¿son hombre o mujer?
Por eso las fotografías son tan importantes, porque como recordaba Richard Avedon: “A través de mis fotografías puedo hablar de manera más intrincada y profunda que a través de la palabra”, y la fotografía del actual gobierno es difusa, muy difusa.