La "democracia deficiente" de Sánchez se examina en Castilla y León
The Economist señala la degradación de la democracia española, que este domingo se pone a prueba en unas Elecciones que pueden frenar a Sánchez o potenciarlo.
Sánchez, con Zapatero y Tudanca
El semanario “The Economist” ha reducido la condición de España de “democracia plena” a “democracia deficiente”, lo que unido al hundimiento del país en el ranking de Transparencia Internacional; confirma la degradación del Estado de Derecho con el Gobierno de Sánchez.
Todos los estudios de este tipo hay que acogerlos con cautela, pero si son utilizados por los Gobiernos cuando son positivos; han de ser tenidos en cuenta cuando salen negativos: el propio Sánchez se remitía esas mismas fuentes, en el pasado, para presumir de sí mismo. Y ahora guarda un elocuente silencio.
La revista, que también da esa nota a países como Estados Unidos o Francia, resalta la degradación de derechos y libertades en España coincidiendo con la pandemia y los Estados de Alarma, declarados inconstitucionales por el Tribunal Constitucional, sin ningún efecto político ni rectificación del Gobierno.
Las Elecciones en Castilla y León pueden ser un paraguas para toda España: si Sánchez vence y puede gobernar, sin las muletas que le acompañan en Moncloa, de algún modo su agenda nacional quedará refrendada. Y eso sería trágico.
Cabe recordar que, a esos exámenes internacionales, hay que añadirles otros datos inquietantes sobre la salud de la democracia española: el desafío a la Constitución endémico de Podemos y el independentismo; la acumulación de resoluciones contrarias al Gobierno del Consejo de Transparencia o las advertencias de Europa por las injerencias al Poder Judicial describen una política general del Gobierno alejada de los parámetros democráticos más punteros.
Un paraguas castellanoleonés
En ese escenario, la deplorable conexión subterránea del Gobierno con ETA, sustentada en un informe de la Guardia Civil, viene a agravar la degradación del Estado de Derecho, maltratado por un Gobierno que no conoce límites ni se pone frenos: todo le vale para lograr sus objetivos.
Las Elecciones en Castilla y León, también en ese sentido pueden ser un paraguas para toda España: si Sánchez vence y puede gobernar, sin las muletas que le acompañan en Moncloa, de algún modo su agenda nacional quedará refrendada. Y eso sería trágico para el país.