Las dos fracturas de un Gobierno peleado, dividido e incompetente
El enfrentamiento entre Yolanda Díaz e Irene Montero y la división entre el PSOE y Podemos refleja la jaula de grillos existente en Moncloa, muy dañina para España.
Yolanda Díaz, Irene Montero e Ione Belarra
España envía ya 700.000 metralletas y cartuchos y 1.370 lanzagranadas a Ucrania, en dos aviones fletados por el Ejército que entregarán el material este mismo viernes, si se cumplen los plazos anunciados personalmente por la ministra de Defensa, Margarita Robles.
El Gobierno rectifica así, en apenas 48 horas, su posición inicial de limitar la ayuda a Ucrania a la que brinde Europa en su conjunto, sin haber explicado del todo su postura en ninguno de los dos casos, aunque las razones parecen evidentes viendo la evolución posterior.
Ya se da por hecho que el veto inicial procedía del temor de Pedro Sánchez a una fractura de su Gobierno, por la oposición de Podemos. Y el desbloqueo, a su vez, deriva de las críticas de la OTAN a España por ser uno de los países menos activos en la defensa de Ucrania. Toda Europa, a excepción de Hungría e Irlanda, ha completado la ayuda conjunta con un refuerzo bilateral que España solo ha asumido en el último momento.
El trasfondo del conflicto pone sobre la mesa la dependencia de Sánchez de partidos contrarios al sistema, como Podemos o Bildu, para todo
La imagen de los ministros de Podemos negándose a aplaudir a su presidente, tras rechazar el envío de armas, deja clara las diferencias entre los socios y explica por qué Sánchez acepta casi todas sus imposiciones: de no tener el respaldo de la oposición, se hubiera quedado en minoría en éste y tantos otros asuntos.
Pero a la vez, el apoyo de Yolanda Díaz a Sánchez, escenificado ayer con una discrepancia pública con Irene Montero, demuestra otra ruptura de ella con el partido que la aupó y anticipa la creación de una nueva plataforma al margen de Podemos, que podrá formar parte de ella pero sin una posición dominante.
Tiempos de Pactos de Estado
El trasfondo del conflicto interno en el Gobierno pone sobre la mesa la dependencia de Sánchez de partidos contrarios al sistema, como Podemos o Bildu, para todo: en este caso es Ucrania, pero en otros es la política económica, fiscal, antiterrorista o social.
Y el apoyo del PP evidencia, a su vez, la posibilidad rechazada sistemáticamente por Sánchez de firmar Pactos de Estado con la oposición en los asuntos fundamentales. Nunca podrá decir más que no tiene alternativas. Y siempre deberá aguantar la evidencia de que gobierna con quien quiere y les mantiene en el Ejecutivo incluso cuando dan espectáculos como el que Podemos ofrece en estos días trágicos.