Bea Talegón se suma a la teoría 'conspiranoica' de la lista negra de Soros
La periodista ha asegurado en TV3 que el magnate publicó una lista en la que los periodistas que aparecen acaban “pagando” por sus opiniones discrepantes
Bea Talegón, quien fuera miembro del Partido Socialista y que acabó abandonando la formación por presuntas discrepancias con la dirección del partido, ha aparecido esta semana en la televisión pública catalana, TV3, para dar su opinión sobre un tema que iba a dejar a todos con la boca abierta.
Y es que la periodista se ha sumado al grupo de pensadores, tuiteros, periodistas y políticos que creen que el multimillonario estadounidense George Soros está detrás del encarcelamiento del periodista Pablo González, corresponsal de La Sexta en Ucrania y detenido recientemente por las autoridades ucranianas, según dicen, por estar relacionado con el gobierno ruso en temas de espionaje.
Para Talegón, esto no es así. El periodista no está relacionado con ninguna tramar rusa ni con el gobierno de Putin. Según defiende, el reportero ha sido detenido porque, al igual que otros tantos, ha aparecido en una lista negra publicada por la organización dirigida por George Soros en las que se señala a un total de 49 personas tachadas de “creadores de opinión pro-rusa”.
En esa lista estarían otros nombres como Javier Couso, Asier Morales, Facu Díaz o Pilar Requena, periodista de TVE. “Esa lista se genera señalando a una serie de personas que habían trabajado en la zona del Dombás a partir de 2014. Por dar información, no porque se posicionaran, se les ha señalado de pro-rusos. Nos está pasando a algunos que estamos informando más allá del relato oficial de Rusia mala Ucrania víctima”, ha señalado Talegón.
Sin embargo, es peligrosa esa visión “conspiranoica” que señala a las “grandes esferas” como causantes de hechos aislados que restan importancia a actos atroces como los que Putin está cometiendo en Ucrania. Restar importancia a la masacre rusa en suelo ucraniano diciendo que Zelenski no siempre es la víctima, o por lo menos dejándolo caer, no ayuda a dar voz a los afectados y mucho menos a solventar el conflicto.
“Nos están señalando en listas. Esto que ocurre con Pablo no es casualidad, y el silencio que está habiendo por parte de la mayoría de medios de comunicación, por no hablar de los medios cómplices que nos señalan a los periodistas que trabajamos por el derecho a la información libre, está poniendo en riesgo el derecho a la información y la democracia del país. Y la poca decencia de dejar colgado a Pablo”, advertía Talegón.
De momento, la información de la que disponemos todos los medios de comunicación no es suficiente como para afirmar con rotundidad un hecho tan grave como que un periodista español ha sido detenido por intereses de un multimillonario. Hacerlo resulta cuanto menos arriesgado, ya que puede minar la credibilidad periodística de los medios y caer en clichés de documentales de espías que confundan a la sociedad.