La terrible foto trucada de Sánchez que se hace viral y exige su dimisión
El conflicto con Argelia colma el vaso de la paciencia con el presidente y provoca una cadena de terribles virales bajo el mensaje "Sánchez dimisión".
No corren buenos tiempos para Pedro Sánchez, que parece sufrir o provocar todas las plagas de Egipto a la vez. O de Argelia, que le queda más cerca. El conflicto con Argel, las sospechas de gato encerrado con Rabat y el desastroso resultado de todo ello son para muchos la gota que colma el vaso de la paciencia con un presidente que lleva una cruz encima
Con la inflación por las nubes, la gasolina prohibitiva, la luz a precio de oro y la economía dando preocupantes síntomas de batacazo; lo que faltaba para el duro es un conflicto internacional rodeado de dudas y sospechas por la posibilidad de que el espionaje al presidente esté detrás de su volantazo con el Sáhara.
El clamor en las redes lo demuestra a las claras, con el hastag #sánchezdimisión batiendo récord a partir de un montaje fotográfico que copa el liderazgo viral del fin de semana y resume en una estampa la opinión muy mayoritaria entre los detractores del líder socialista:
La elocuente imagen, que obviamente está trucada, resume el malestar con la cadena de errores, mentiras y chapuzas que caracterizan la gestión del enésimo problema en el que Sánchez se ve superado por las circunstancias y termina haciendo de pirómano en el incendio:
Y es que nadie entiende, o casi nadie, cómo es posible que en un año se haya pasado de recibir a escondidas al líder del Frente Polisario, amigo del régimen argelino; a cederle el Sáhara a Marruecos, sin una explicación convincente y con un episodio de espionaje a Sánchez entre medidas que alimenta la hipótesis de que hubiera sido extorsionado, indemostrada hasta la fecha.
Y cómo se ve en el anterior tuit, el enojo con Sánchez tiene efectos colaterales para quienes le respaldan y en el pasado, por muchísimo menos, se lanzaban a las barricadas a protestar contra el PP y hoy guardan un sonrojante silencio, bien resumido por el diputado madrileño de VOX Jaime de Berenguer, con un epílogo demoledor:
No hay más preguntas, señoría.