Sánchez vive en una realidad paralela a la de España: urgen Elecciones
El caos económico, reconocido ya hasta por Nadia Calviño, contrasta con los inaceptables mensajes de entusiasmo de un presidente incapaz que solo piensa en su futuro.
Tras una semana aparentemente positiva para la imagen de Pedro Sánchez, con una Cumbre de la OTAN que proyectó su imagen internacional, la dura realidad vuelve a imponerse en varios frentes de muy difícil gestión, resumidos en el anuncio de Nadia Calviño de que vienen "trimestres duros" para los españoles, ya agotados tras años de crisis.
En la economía, todos los datos son adversos: los tipos de interés ya han empezado a elevar hasta en 1200 euros anuales las hipotecas variables; el gas, la luz y el combustible no moderan sus subidas y el modesto espejismo laboral de junio, con tres veces menos empleo creado que hace un año, no borra la sensación de que España vivirá un otoño nefasto de estanflación y recesión, con la inflación y los tipos de interés altos a la vez.
En el seno de su Gobierno, las dificultades son ya extremas: Podemos ha elegido un tema capital para Sánchez, su compromiso ante la OTAN de elevar el gasto en Defensa, para escenificar un enfrentamiento tal vez definitivo que pone la coalición al borde del divorcio, aunque nunca se ejecute. Y a ello hay que añadirle el nacimiento, el próximo día 8 de julio, de la plataforma “Sumar” de Yolanda Díaz, que puede fragmentar aún más el voto de izquierdas. O la inquietud de los barones, hartos del lastre que supone Sánchez aunque no lo digan aún en público.
Y electoralmente, por último, su desplome parece evidente: los últimos sondeos, como el de El Mundo, dan ya una distancia de 38 escaños a Feijóo sobre Sánchez y reflejan un fenómeno que ya se constató en Andalucía: el trasvase de voto moderado del PSOE al PP, con más de 600.000 votantes dispuestos a dar ese salto.
¿Adelanto electoral?
La larga recta final de la legislatura, que como poco puede llegar a noviembre de 2023 si no media un adelanto del que cada vez se habla más, promete ser una tortura para Sánchez, rodeado de incendios: la situación económica no mejorará; el racionamiento de gas y de combustible puede llegar según su propio anuncio; y sus socios y aliados marcarán cada vez más distancias a medida que se aproximen las Elecciones Municipales y Autonómicas de la primavera del próximo año.
Solo su intención de ejercer la Presidencia de turno de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023 explica su resistencia a un adelanto electoral que, con las cifras y tendencias en la mano, parecería inevitable. Y necesario para que alguien responsable se haga cargo de una nave a la deriva cuyo capitán, con infinita negligencia, saca mientras pecho por progresos que solo existen en su imaginario propagandístico.