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Iglesias enloquece y tacha a Joaquín Prat de “borracho” por criticar a Montero

El vicepresidente del Gobierno ha desatado toda su rabia contra los medios críticos con el viaje de Montero y ha alentado a que se haga “violencia mediática” contra los críticos

Pablo Iglesias (Público)

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Pablo Iglesias no ha podido contener la rabia y ha mostrado a España cómo se revuelve ante las críticas a Irene Montero por su viaje, junto a sus “compis” del Ministerio de Igualdad a Estados Unidos en Falcon. El que fuera vicepresidente del Gobierno, ha usado su podcast “La base”, que presume de ser un espacio libre de manipulación, para atacar a los medios críticos con Montero.

Y es que en medio del programa, monográfico sobre lo que él llama “acoso mediático” a la titular de Igualdad, ha atacado como nunca a tres periodistas: Carlos Alsina, de Onda Cero, Joaquín Prat, de Cuatro, y Susanna Griso, de Antena 3. Todos criticaron con dureza el viaje de Montero, pero uno lo hizo con especial impetu, dejando evidente su enfado e indignación: Joaquín Prat.

Y fue precisamente él quien recibió el primer ataque de Iglesias, cruzando todos los límites y llamándolo “borracho”: “Eso es Telecinco, eh. Eso es Joaquín Prat. Este tipo cobra muchísimo dinero. En directo está diciendo que un viaje oficial no es un viaje oficial. Entre carajillo y carajillo, porque es difícil llegar a ese tono en un estado normal”.

Un discurso que continuó diciendo que "la violencia mediática permanente contra Irene Montero, como todos los fenómenos de violencia y de acoso político, tiene sus causas y sus explicaciones”, y entre ellas, Iglesias destaca el “cinismo” de los medios que, asegura, trabajan para la derecha política.

"Es verdad que los cínicos con sueldazo viven mejor que los cínicos que no llegan a fin de mes. Pero a la basura le suele gustar perfumarse para disimular su olor. Sin embargo, esta vez el hedor de la manipulación y la mentira no se ha podido tapar”, ha atacado, en este caso mencionando a “los Alsina y los Griso”, de forma despectiva refiriéndose a Carlos Alsina y Susanna Griso.

Unos ataques absolutamente desproporcionados, fuera de lugar e incluso vejatorios que dejan ver el nerviosismo del que fuera líder de Podemos: los votantes se escapan, huyen del comunismo, la ciudadanía ha abierto los ojos y ha visto la frase de Podemos y, con la economía hundida, son conscientes de que el poder se acaba. Y para solucionarlo solo se les ocurre tratar de atacar a la prensa crítica que lo denuncia. Como ocurrió en Cuba o Venezuela. Sus referentes.

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