Risas e indignación por la propuesta de Sánchez de no usar corbata para ahorrar

Estupefacción, chirigotas e indignación. Ésas son las tres reacciones mayoritarias que ha provocado la pose de Pedro Sánchez sin corbata, para despedir el curso político, con una estampa con la que dijo querer dar ejemplo y propuso que se dejara de utilizar ese complemento con el supuesto objetivo de ahorrar energía: su teoría es que, si no lleve, se pasa menos calor y en consecuencia es menos necesario el aire acondicionado.

Que lo dijera minutos antes de trasladarse en un helicóptero Puma, de gran despliegue de combustible, para recorrer los poco más de 20 kilómetros mediantes entre Moncloa y Torrejón de Ardoz, con la carretera despejada y el flamante Audi con chófer siempre a su disposición, hizo aún más sonrojante su propuesta.

La Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex), por ejemplo, ha criticado con perplejidad la petición de Sánchez, tildándola de "ridícula", y acusándole además de "perjudicar" al sector textal español.

Desde la asociación, se considera que se trata de una medida que "perjudica" a la industria, ya que son "muchas las empresas textiles" que se dedican a la fabricación y a la venta de complementos masculinos, ya muy afectada por la pandemia de COVID y por la inflación en la luz, el transporte o las materias primas que, según ella, les ha hecho caer un 57% en sus ventas. Y no han sido los únicos, como demuestra la viralidad de las quejas masivas:

O éste de coordinador general del PP, Elías Bendodo, poniendo el dedo en la llaga sobre la realidad de millones de hogares españoles:

O uno más, entre mil, que resume el sentir popular: con los precios disparados de la luz, que Sánchez proponga no usar corbatas para ahorrar en un aire acondicionado que ya tantos no se pueden pagar, mientras él no prescinde de nada, es cuando menos una frivolidad.

Y ahora, de vacaciones presidente, y a no pasar calor en esos dos palacios del Estado donde a buen seguro no le falta de nada.