Historia de avestruces
No puede el presidente Sánchez decir que somos un modelo a seguir porque nos está engañando. Para hacer frente a la grave crisis económica hay que reconocer la verdad y retirar los PGE.
Cuando hablamos de avestruces, en seguida recordamos la leyenda consistente en que estos animales esconden la cabeza en la arena para no ver los problemas, pero estos, aunque no se quieran ver, allí permanecen hasta que nos enfrentamos a ello de forma valiente.
Los indicadores económicos nos van anunciando que el invierno va a ser duro. Ni uno solo de los organismos independientes se cree los Presupuestos Generales del Estado de Sánchez y Calviño.
Hoy en España hay 8 millones de españoles que no pueden pagar sus facturas de luz y de gas, y otros tantos, están usando los ahorros para poder llegar a fin de mes, según el Banco de España. Esta situación está provocando una preocupante pobreza en muchos sectores sociales que amenaza con extenderse al próximo año 2023.
No es cuestión de decir que se lucha contra esta pobreza, como alardea el Gobierno, sino que hay que adoptar medidas eficaces, lo cual no parece que se esté consiguiendo atendiendo las terribles cifras de aumento de pobreza en España.
La mejor solución para evitar que siga cayendo la economía es crear puestos de trabajo, y para ello hay que bajar la presión fiscal sobre las empresas, los autónomos y los ciudadanos en general, porque cada vez es más complicado ir al supermercado y comprar los mismos productos que hace un año, debido al desorbitado aumento de precios.
Pero el problema será cuando los productores se vean imposibilitados de seguir produciendo porque los costes les impidan trabajar. Esta será la verdadera crisis.
Los problemas reales de la economía
Un agricultor, un ganadero, un empresario o un transportista no podrán hacer frente al precio de la energía o de los combustibles si el gobierno no habilita de forma inmediata medidas eficaces para bajar los costes de producción. Y en este caso no tendrán más remedio que dejar de realizar su actividad económica y despedir a los trabajadores o irse ellos mismos al paro.
Las luces de alarma se encienden en el tejido empresarial, y así el Ibex-35 lleva acumulado una caída interanual del del 15.7%. Pero la peor parte la están sufriendo las pequeñas empresas que están cerrando de forma paulatina, con la consiguiente pérdida de empleo. Esta caída de empresas se ha acelerado durante el mes de septiembre en el que los concursos de acreedores han aumentado un 90%.
Esta situación también afecta a los ciudadanos, lo cual se acredita con dos datos preocupantes: el impago de alquileres se ha disparado y nuestros bolsillos están sufriendo la subida de las hipotecas, viéndose algunos españoles abocados al concurso de personas físicas, para hacer frente a sus deudas.
Esta es la verdadera situación y mirar hacia otro lado es emplear la técnica del avestruz. Lo indignante es que una vez más los socialistas niegan la realidad, como en el debate entre Solbes y Pizarro, pretendiendo ponernos una venda en los ojos, e incluso inician campañas de desprestigio contra los que les dicen que están equivocados.
Lo primero que hay que hacer para hacer frente a la grave crisis económica presente, es reconocer la verdad y retirar los falsos Presupuestos Generales del Estado
No puede la vicepresidenta Calviño seguir afirmando que España encabeza el crecimiento en Europa, porque no es verdad. No puede el presidente Sánchez decir que somos un modelo a seguir porque nos está engañando, y lo primero que hay que hacer para hacer frente a la grave crisis económica presente, es reconocer la verdad y retirar los falsos Presupuestos Generales del Estado.
La crisis ya está en nuestros bolsillos y los consumidores hemos perdido la confianza en que las medidas gubernamentales vayan por el buen camino, desplomándose un 32.95 la opinión de los españoles sobre cómo será nuestro futuro económico próximo.
El Gobierno no puede negar que hay más pobres que en 2018 cuando llegó a la presidencia Pedro Sánchez; que pagamos más impuestos y no tenemos mejores servicios; que estamos más endeudados y nos cuesta más llegar a fin de mes. Esta es la realidad, aunque el Gobierno esconda la cabeza en la arena como los avestruces para no reconocerlo.