¿Qué te han hecho, Felipe?
Perplejidad. Ésa es la palabra que resume en amplios círculos del socialismo clásico la sumisión repentina de Felipe González a Pedro Sánchez, que le ha engatusado con un acto en recuerdo de la victoria del 82 que en realidad fue un autohomenaje al actual presidente. Solo Alfonso Guerra, desde su casa, parece enarbolar la bandera de la dignidad de un PSOE que no distingue ya felipismo de sanchismo.