El pésimo presagio de los datos de empleo maquillados por Yolanda Díaz
Aunque el Gobierno presuma con la última EPA, las cifras revelan en realidad una tendencia inquietante que no van a torcer ni unos Presupuestos negligentes ni la propaganda a todo trapo.
Un simple análisis superficial de los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), referidos al tercer trimestre de 2022, revelan hasta qué punto no están justificados la euforia y el triunfalismo del Gobierno. Los datos objetivos muestran que la tasa de desempleo en España vuelve a estar por encima el 12,6 por ciento, próxima a los tres millones de parados, y que este tercer trimestre presenta cifras de creación de puestos de trabajo tan nefastas como en lo peor de la pandemia.
Que de todos los nuevos empleos generados en el trimestre dos terceras partes hayan sido en el sector público y que el azote del paro, una vez más, se esté cebando con los jóvenes y las mujeres, repitiendo unas pautas bien conocidas cuando las cosas van mal en el mercado de trabajo, son otros dos elementos que invitan a todo menos al optimismo.
El Gobierno, sin embargo, no parece dar señales de rectificación, más bien lo contrario. Al autobombo por estos datos, con la vicepresidenta Yolanda Díaz como principal animadora, suma el absurdo entusiasmo por unos Presupuestos que, tanto en el fondo como en la forma, solo sirven a Pedro Sánchez.
Baste de ejemplo rotundo que de los 263.000 millones que se aspiran a ingresar en 2023, con un crecimiento económico paupérrimo que impide recuperar el PIB anterior a la pandemia; proceden de la sangría de la inflación, de los desproporcionados impuestos, del abuso con el IRPF en las nóminas y del IVA en el consumo e, incluso, de la merma de rentas del trabajo procedentes de unas cotizaciones que suponen cerca ya del 30% del coste real de cada empleado.
Los datos de la EPA y las anunciadas subidas de los tipos por parte del Banco Central Europeo son los penúltimos avisos de que vamos de cabeza a un tiempo de estancamiento económico del que no quiere darse por enterado el Gobierno
O sea, Sánchez no proyecta la abundancia en las arcas públicas por la vía del crecimiento y la prosperidad del país; sino en la extracción masiva de recursos de los ciudadanos y las empresas activas para, a continuación, regar con dinero público una larga lista de subvenciones y subsidios con propósitos descaradamente clientelares.
Pero la realidad laboral y socioeconómica es la que es y la última EPA ilustra bien la tendencia alarmante que estamos sufriendo. Las anunciadas subidas de los tipos por parte del Banco Central Europeo es el penúltimo aviso de que vamos de cabeza a un tiempo de estancamiento económico e incluso de recesión.
Que este Gobierno no sé por enterado y se aferre a la autoalabanza y al derroche propagandístico, además de a cargarles culpas a la oposición, da la medida de su ya más que contrastada insensatez, ruinosa para la economía y, también, para los ciudadanos y las empresas.