Black Friday penal
Nunca se ha producido en España un desbarajuste tan escandaloso de regulación y supresión de delitos y penas, desde la entrada en vigor del actual Código Penal de 1995.
El origen del “Black Friday” no se sabe a ciencia cierta cual fue, pero lo más seguro es que estuviera ligado a los grandes descuentos que las empresas anunciaban en Estados Unidos para atraer a los compradores y así garantizar los beneficios, aprovechándose tanto los clientes como los comerciantes.
Pedro Sánchez está gobernando mediante un “Black Friday” continúo, haciendo ofertas y rebajas a la carta según los intereses de su gobierno, con la única finalidad de poder mantenerse en el poder unos meses.
Ha quedado demostrado que los “clientes” del gobierno, es decir sus socios comunistas, independentistas y radicales, son insaciables y de forma continua necesitan mayores rebajas, escogiendo el Código Penal como el medio para obtener continuas ofertas como si se tratara de un mercado persa.
Es necesario recordar todos los cambios producidos en el Código Penal propiciados por la actitud suplicante de Pedro Sánchez, ya que nunca se ha producido en España un desbarajuste tan escandaloso de regulación y supresión de delitos y penas, en algunas ocasiones, absolutamente contradictorios, desde la entrada en vigor del actual Código Penal de 1995.
Los delincuentes se van beneficiando por los continuos errores legislativos de un gobierno que navega sin rumbo
Cada vez somos más los ciudadanos que vemos con preocupación cómo la comisión de delitos está otorgando derechos a los delincuentes, y cómo estos se van beneficiando por los continuos errores legislativos de un gobierno que navega sin rumbo.
Así pues, en primer lugar, vemos cómo el gobierno se niega a reformar el delito de allanamiento de morada haciendo que los “okupas” vayan adquiriendo derechos como por ejemplo: derecho a que la vivienda ocupada se considere su domicilio a efectos de empadronamiento y así obtener ayudas sociales; derecho a que no se les corte el suministro de luz o agua y el propietario tenga la obligación de pagar; derecho a que el propietario no pueda forzar la puerta para recuperar la propiedad. Lo peor es que si el propietario se opone a estos derechos puede verse acusado de un delito de coacciones.
Otra reforma sorprendente es la del delito de malversación de dinero público, que va a traer como consecuencia que se distinga el saqueo de las arcas públicas según como se emplee el dinero, si se lo queda en su bolsillo el malversador estará más gravemente penado que si se los das a otro para que se lo gaste en marisco, droga o prostitución como en los ERES, o para financiar un golpe de Estado como en el juicio del “procés”.
También en esta deriva sinsentido del gobierno se va a proceder a reformar el delito de sedición eliminándose esta figura incluyéndola en el delito de los desórdenes públicos. Así pues, incumplir la Constitución se equipara a un botellón con rotura de escaparates.
Las rebajas y ofertas del “Black Friday” gubernamental están convirtiendo el Código Penal en un caos imputable únicamente a Pedro Sánchez y su gobierno
Otro sin sentido, con consecuencias penales, es la llamada ley “trans” en la que un menor podrá cambiar de sexo sin informes médicos ni autorización paterna o materna, y si se lo impidiera alguno de los progenitores podría incurrir en un delito de coacciones.
Otra reforma a la carta fue la despenalización de los piquetes que obligaban, incluso con la fuerza, a los trabajadores a seguir en huelga en contra de su voluntad, en cambio, se penalizó con penas de cárcel a las personas que rezaban en las proximidades de las clínicas de interrupción del embarazo.
El mayor de los despropósitos ha sido la reforma de los delitos contra la libertad sexual, la ya famosa ley del “Solo sí es sí”, que ha provocado la revisión de cientos de sentencias y excarcelación de peligrosos violadores y pederastas. Una reforma de cuyas consecuencias se advirtió al gobierno desde el CGPJ, el Consejo de Estado y la oposición parlamentaria, y que para contentar a los socios comunistas de Podemos, Pedro Sánchez nos la impuso a los españoles.
Pero el despropósito continua. Así, nos acabamos de enterar por el informe del CGPJ sobre el proyecto de ley de maltrato animal, que la pena establecida para quien maltrate a una mascota con el objetivo de causar daño a su pareja es superior a la pena fijada para las lesiones leves a la propia pareja. Absolutamente inaudito.
Las rebajas y ofertas del “Black Friday” gubernamental están convirtiendo el Código Penal en caos imputable únicamente a Pedro Sánchez y su gobierno, porque como decía el jurista italiano Beccaria: “Una cosa no es justa por el hecho de ser ley, debe ser ley porque es justa”.