La hoja de ruta de Ayuso para poner freno a Sánchez

Pedro Sánchez demostró desde el minuto uno su obsesión por asaltar y conservar el poder. La moción de censura fue su carta de presentación. Aliarse con el populismo de extrema izquierda y con el independentismo fue el siguiente paso. En puridad, no ha engañado a nadie; se sabe qué quiere y qué está dispuesto a sacrificar por lograrlo. Y hay que empezar a ponerle límite, como defiende Isabel Díaz Ayuso, bestia negra del sanchismo.

Acabar con el delito de sedición, suavizar el de malversación y modificar con artimañas la elección de los magistrados del Tribunal Constitucional -medida esta última especialmente grave porque puede suponer el derrumbe del último muro de contención contra los enemigos del estado- componen la penúltima secuencia de esta deriva degradante y autoritaria de Sánchez, impulsado unas veces por sus propias ideas y otras por el chantaje de sus aliados de investidura y legislatura.

Y lo gravísimo de esta situación es que nuestra democracia se está viendo sometida a una enorme presión. Porque a los cambios legislativos que favorecen el derecho a delinquir y a regalar impunidad a los delincuentes, se suma la colonización del Poder Judicial, el control partidista de las instituciones, el acoso y la persecución de la prensa crítica o la criminalización de la judicatura, por citar solo los atropellos más escandalosos.

Llegados a este punto, y comprobando sobre todo que Sánchez no da señales de tener freno en su desmedida ambición, es necesario ponerle coto de algún modo. Y para ello, la hoja de ruta que ha lanzado la presidenta de la Comunidad de Madrid es la más sensata y efectiva.

A por la pelea en las urnas

Desde luego el remedio no pasa por la moción de censura que propone Vox. Como muy bien señala Díaz Ayuso esta medida solo serviría para reforzar aún más a Sánchez y a su bloque de infames aliados, con el conveniente respaldo propagandístico y mediático para seguir desacreditando a la oposición.

Señalar los daños terribles que se están produciendo en nuestra democracia y aportar alternativas de solidez constitucional conforman el mejor camino para desbancar a Sánchez

La mandataria madrileña apunta más a la preparación de un frente sólido de cara a las elecciones de dentro de un año, retratando en todo momento la degradación que está sufriendo el Estado en materia institucional, legislativa y económica con Sánchez en La Moncloa. Señalar esos daños terribles y aportar alternativas de salud democrática es el mejor camino para ponerle freno a Sánchez y desbancarlo.

En ese camino, por otra parte, tampoco hay que invocar al papel del propio PSOE, donde son multitud los cargos electos y dirigentes orgánicos que están horrorizados con esta tendencia antidemocrática pero que no mueven un dedo por impedirla; y de Europa, que debería empezar a pasar de los edulcorados toques institucionales a las advertencias de calado económico para que el jefe del Ejecutivo español entre en razón. Aunque solo sea por el efecto contagio que los dejes autoritarios del sanchismo puedan tener en el entorno.