Los fracasos de los otros
Fracasos en la lucha contra la violencia de género y la protección de la dignidad de la mujer, todo ello con un Gobierno autodenominado como el más “feminista y progresista de la historia".
Este fracaso es imputable al gobierno de Pedro Sánchez en general, pero atribuible a dos ministras en concreto: la ministra de Justicia, Pilar LLop, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, las cuales tienen a gala autoerigirse en “campeonas” de la lucha por la dignidad de la mujer, pero a la hora de la verdad dirigen dos ministerios que han fracasado a la hora de adoptar medidas para proteger a las víctimas de violencia de género y de agresiones sexuales.
Ambas ministras prefieren echar las culpas de su fracaso a los “otros”, que son normalmente los jueces, fiscales, policías y a todo aquella persona, profesión o institución que les parezca oportuno, olvidando la famosa frase del escritor norteamericano John Burroughs: “un hombre puede fracasar muchas veces, pero no es un fracaso hasta que empiece a culpar a otro”.
Estamos hartos de escuchar que los jueces son machistas, y que los policías no tienen sensibilidad de género, en definitiva, que son “los otros” los que hacen fracasar la política feminista del gobierno. Todas estas palabras son en realidad la constatación de su fracaso.
El año 2022 se ha cerrado con 49 mujeres asesinadas y 38 niños huérfanos, siendo el mes de diciembre el más negro, con 11 muertes. Evidentemente los únicos responsables directos son los asesinos, pero para que la lucha sea eficaz es necesario aunar esfuerzos y no echar la culpa del fracaso a “los otros”.
No se puede intentar utilizar la propaganda para desviar la responsabilidad, y no se puede escenificar una reunión de la ministra de Justicia, el Fiscal General del Estado, y el presidente del CGPJ para decir que se van a adoptar medidas. Dicha reunión celebrada en vísperas de fin de año, solo fue un intento de diluir la responsabilidad utilizando a instituciones como la Fiscalía y el Poder Judicial, fueron unas imágenes vergonzosas, debidamente aireadas en los medios de comunicación, que lo único que querían transmitir es que la ministra convocaba a los “otros”, a los que tienen la responsabilidad de no coordinarse en la lucha contra la violencia de género.
Por otra parte, la ministra de Igualdad, Irene Montero, también buscó su foto alternativa y utilizó “Twitter” queriendo responsabilizar a “los otros”. Así, afirmó en su canal preferido: “es un deber implicarnos, es un deber no mirar para otro lado”, utilizando el plural para así extender a todos por igual la culpa de su fracaso.
La verdadera fotografía que nos hubiera gustado a los españoles ver es la que debió hacerse reflejando la derogación de la ley del “sólo sí es sí” votada por la ministra LLop y la ministra Montero, además del resto de los ministros y ministras más feministas y progresistas de la historia, así como los diputados y senadores socialistas, comunistas, de Ciudadanos, nacionalistas y radicales independentistas que votaron afirmativamente.
La fotografía que queremos ver los españoles es la que se muestre a estas dos ministras, directamente responsables de la protección de las mujeres, pidiendo disculpas y dimitiendo por provocar con su ley que 133 agresores sexuales y pederastas se hayan beneficiado con rebajas de penas por unos delitos tan humillantes para las mujeres y por haberse excarcelado a 16 delincuentes sexuales hasta el momento.
La lucha contra la violencia de género y por la dignidad de la mujer no puede estar en manos de dos ministras que ante su fracaso solo se les ocurre hacerse fotografías y escribir tuits.
Señoras ministras, el fracaso no es culpa de “los otros”, es únicamente suya, y no acusen al mensajero de utilizar “bulos machistas”.