Pedro y el lobo
Sánchez ha demostrado tozudamente que no es un gran estratega. Tampoco se ha rodeado de lumbreras. Parecían listos hasta que hablaron. Un desastre. ¿De verdad alguien cree que el adelanto electoral a julio es la jugada de un gran estadista? Pedro, por desgracia, no es Felipe. Ahora, sólo busca zafarse, como un boxeador grogui que está arrinconado y sabe que no aguanta más, de un partido que ha arrojado la toalla. El presidente nos dirá otra vez que viene el lobo de Vox, pero los españoles ya le han dicho lo que opinan de sus alertas antifascistas. Valladolid es un buen ejemplo. La crisis del 'sanchismo' es imparable.
A.M.BEAUMONT