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Margarita, la alcaldesa del PP que arrasó en la España de “rojos y maricones”

La ciudad símbolo del movimiento LGTBI da su respaldo a la candidata del PP que tomó posesión con un emocionante y emocionado discurso. Los ciudadanos le han concedido la mayoría absoluta.

Margarita del Cid (PP) posa con la vara de mando tras ser proclamada alcaldesa de Torremolinos el pasado sábado

Margarita del Cid (PP) posa con la vara de mando tras ser proclamada alcaldesa de Torremolinos el pasado sábado

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Margarita del Cid, la nueva alcaldesa de la capital de la Costa del Sol, ha emocionado este pasado sábado en su toma de posesión en la ciudad de Torremolinos. El lugar elegido fue su Palacio de congresos. La previsión fue acertada. La sala de plenos del Ayuntamiento de Torremolinos se preveía que quedaba pequeña.

El pueblo “diverso” de Torremolinos quiere apoyar a Margarita del Cid en su primer día como alcaldesa de hecho, derecho y voluntad absoluta y popular de su ciudad. La previsión fue acertada. Desde El Calvario hasta el Edén. Dos formas de vida y ESdiario presenció la toma de posesión de la alcaldesa Del Cid.

Las lágrimas de Margarita del Cid de este pasado sábado tienen mucho de agradecimiento. Está arropada por su ciudad al completo y un porcentaje muy alto. Del Cid ha sido apoyada por lo más diverso de la sociedad civil. El colectivo LGTBI también está con Del Cid. Algunos con la boca pequeña. Aún sigue siendo peligroso. A su pesar. Los independientes de esta agrupación también ejecutan.

Lo hacen en silencio. No lo dicen pero votan. También es democracia. El silencio es una actitud. Algunos con miedo y otros “sin miedo” y no es “Juan”. Al tiempo que aplaudían a la España de “rojos y maricones” como lema, espectáculo o diversión. Otra cosa es votar a los representantes de esas pancartas, parece ser. . El resultado es el resultado. El de Torremolinos. Eso es historia reciente y otra cosas son los datos del pasado 28 de mayo. Hablan por sí solos en Torremolinos y en Andalucía.

En 2019 una moción de censura le apartó de la alcaldía. Dos años después la recuperó por el mismo procedimiento. Ahora las urnas le han dado la mayoría absoluta

A la popular Margarita del Cid no le hizo falta sacar las pancartas de los “rojos y maricones”. Utilizó el trabajo y la verdad como herramienta para defender a sus vecinos. Lejos de la publicidad política de sus adversarios. En sus tres administraciones. La “no mentira” frente al presunto progresismo. Margarita del Cid es cien por ciento de lo primero y el 50 de lo segundo. Lo de presunto no va con su talante. Esa no es su España ni su Torremolinos, la de los vetos. Su antecesor y sus chiringuitos de la diversidad.

17 concejales frente a los 5 del PSOE. Todo parece indicar que la política ya no va de pancartas ni protestas en la calle. Los voceros del progresismo y de la España de “rojos y maricones” empiezan a caer en el descenso de la noria. No lo dicen los ciclos. Lo dicen las urnas. El pueblo. La ciudad de Torremolinos ha hecho alcaldesa con mayoría absolutísima a la popular Margarita del Cid.

Torremolinos, ciudad simbólica para los homosexuales

Torremolinos, la ciudad donde tuvo lugar la gran redada policial a homosexuales en los últimos años del franquismo. Fue Pasaje Begoña. Así se nombra porque en aquella calle sucedieron las redadas. Ahora es una institución internacional por el gobierno andaluz de la primera legislatura de Juanma Moreno Bonilla. Memoria histórica. Y reciente. Menos muertos y más vivos.

Menos manifiestos verbales y más manifestaciones ejecutadas. Eso es Margarita del Cid y sus siglas. La palabra empieza a ser gratis y la coherencia tiene un precio. Y más en política. Y Margarita Cid lo ha hecho en 18 meses. No tuvo oportunidad en 4 años.

La democracia de los pactos a cualquier precio le arrebataron la alcaldía en 2019. A mitad de la legislatura de las elecciones de 2019, Margarita del Cid consigue ser alcaldesa a través de una moción de censura en la ciudad de Torremolinos. Fue un 20 de diciembre de 2021. Lo que le “hurtaron” “democráticamente” se lo devolvieron “democráticamente” aquel mediodía en vísperas de una Nochebuena.

Las lágrimas de pasado sábado de Margarita del Cid tienen mucho que ver con su verdad. Con su trabajo y sin pancartas. Su verdad pública era su pueblo, Torremolinos. Su otra verdad, es privada y no está a la venta como “mercancía electoralista”.

La alcaldesa ha superado un cáncer de mama

Margarita no utiliza maquillajes políticos. Ni aderezos. Ni pancartas. Ni colectivos. No ha utilizado más que su trabajo en el día a día. Margarita del Cid ha conseguido llegar sin maniqueismo al interés general de un colectivo y lejos de la España inventada al tiempo que televisada de “la tele de los rojos y maricones”.

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