La sombra de la corrupción salpica a Calviño y entra en campaña
La empresa del hermano de la número 2 de la ministra, presidenta de Patrimonio Nacional, recibió contratos millonarios de la institución y de Economía. Los ciudadanos merecen una explicación
deja bajo sospecha a la ministra de Economía, Nadia Calviño, y a su ‘número 2’, la actual presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva, ex secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa. Ambas deberían explicar a la opinión pública si pueden por qué la empresa del hermano de De las Cuevas recibió 7 millones de euros en contratos del Ministerio de Economía y de Patrimonio Nacional. Es un tema que apesta desde lejos salvo que sean capaces de explicarlo todo, pero como mínimo requiere dar la cara ante los ciudadanos.
Tenemos todos en la memoria el caso del hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid que se llevó una comisión por mediar en el suministro de mascarillas de una empresa a la Comunidad de Madrid en plena emergencia por la pandemia de Covid. Ni siquiera contrató él con la Comunidad, sino un tercero, y aún así no fueron pocos los que pidieron la cabeza de la presidenta. En cambio, en este asunto que desvelamos en ESdiario es el hermano de la responsable de Patrimonio Nacional el que, como apoderado de una empresa, firma los contratos millonarios con Patrimonio y con el Ministerio de Economía que dirige Nadia Calviño, la jefa de su esposa.
Calviño y De la Cueva deberían hacer exactamente lo mismo, explicarse ante la prensa. El que nada teme, nada esconde
La presidenta del Consejo de Administración del Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva.
Simplemente por decencia y por coherencia, lo esperable y lo normal es que se exija lo mismo a la presidenta de la Comunidad de a Madrid que a una ministra o a la presidenta se una institución. Ayuso convocó una rueda de prensa, aportó documentación y explicó todo lo que tenía que aclarar. La justicia exoneró a su hermano de cualquier culpa. No había nada.
Calviño y De la Cueva deberían hacer exactamente lo mismo, explicarse ante la prensa. El que nada teme, nada esconde. Esos contratos pueden ser casualidades de la vida, pero, salvo que alguien lo explique de manera convincente, cuesta mucho creer tantas y tantas coincidencias fortuitas siempre con los mismos agraciados llevándose el dinero.