Feijóo, un hombre tranquilo para La Moncloa frente a las mil caras de Sánchez
Tras el cara a cara entre ambos candidatos no quedan dudas de cual es el mejor para presidir el Gobierno de España: el hombre tranquilo y que no tensiona frente al nervioso e irrespetuoso.
La mítica película dirigida por John Ford y protagonizada por John Wayne, “El Hombre Tranquilo”, narra cómo las distintas personas reaccionan ante situaciones complejas. Lo importante de la misma, independientemente de la historia concreta del boxeador que personifica el gran actor norteamericano, es poner de manifiesto qué tipo de persona preferimos para gestionar nuestros intereses. Es en base a esta clave cómo debemos plantearnos nuestro voto el día 23 de julio.
Otra película cuyo título es sugerente, cara a la cita electoral, es: “El hombre de las Mil Caras", película española premiada con un Goya y que fue dirigida por Alberto Rodríguez Librero, sobre la vida del mítico espía Francisco Paesa.
Los españoles debemos pensar si queremos en la Moncloa a un hombre que da tranquilidad o un hombre que está en continua hiperventilación. Realmente hemos de decidirnos por la personalidad de Feijóo o por la de Sánchez. Sobre todo, hacernos la eterna pregunta política: “¿A quién le dejaríamos las llaves de nuestra casa?”. Feijóo es “el Hombre Tranquilo” y Sánchez es “El Hombre de las Mil Caras". Uno es previsible, el otro imprevisible. De los dos, sabemos cómo han gestionado los servicios públicos, uno en Galicia otro en la Moncloa.
Un dato relevante es la propia cartelería que estamos viendo en las calles estos días. En la propaganda del PSOE se ve a un Sánchez de perfil al que se le ve una sola parte de la cara y que no te mira de frente. En cambio, los carteles del Partido Popular destacan la imagen de Feijóo de frente, mirándote a la cara con transparencia. Ya estas imágenes mandan un mensaje subliminal: uno no te mira de frente y el otro sí, haciendo bueno el dicho que “la cara es el espejo del alma”. Una frase que nos repetían siempre como sinónimo de que la gente que no te mira no es de fiar.
La mirada de una persona, el cómo te mira, dice mucho de sus intenciones y sobre todo, de su manera de pensar. Sánchez ha olvidado la famosa frase De Paulo Coelho: “Podemos tener todos los medios de comunicación del mundo, pero nada, absolutamente nada sustituye la mirada del ser humano".
A Sánchez lo hemos visto en sus entrevistas y debates siempre avasallando al contrario, en plan desafiante. Así ha estado con Ana Rosa, con Alsina, con Pablo Motos. Feijóo ha estado relajado y con una talante tranquilo, respetando al entrevistador aún ante las preguntas más molestas. Sánchez ha utilizado “mil caras” según el momento y el lugar, Feijóo siempre ha mantenido el mismo tono y mirada.
Feijóo es la opción indicada para el cambio
Muchos millones de españoles quieren la tranquilidad. Ya no gusta el continuo sobresalto en la gestión y desean un periodo de política previsible que elimine la política de trinchera y de enfrentamiento que han creado dos bandos: los buenos y los malos, los míos y los otros.
Ahora es el momento de volver los ojos al gran éxito de nuestros padres: “la Transición”. Porque de esto van las elecciones del 23 de julio, de volver a la sensatez, a volver a utilizar la palabra “nosotros” y no solamente “los nuestros” porque hay que gobernar para todos y no solo para los míos. Para eso hay que huir de los extremos, de lo que nos divide, buscar lo que nos es común. En definitiva, volver a la ilusión.
Para eso hay que votar por la tranquilidad, por el hombre tranquilo, por el que mira de frente desde el primer momento, el que no tensiona, por el que nos ofrece un futuro para todos, el que ofrece soluciones y no división. Realmente esa persona es Feijóo, y seguramente tras verlo en los debates electorales, en los carteles, en los mítines, por la calle, estoy convencido que es la persona a quien le dejaríamos con toda tranquilidad las llaves de nuestra casa.