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La 'vía Feijóo': el plan maestro de Génova 13 para matar dos pájaros de un tiro

Mal que le pese, Sánchez va a ser abucheado este 12-O y la culpa no es de un Feijóo que ha diseñado una hoja de ruta para combatir a Sánchez y neutralizar a Vox.

Feijóo, este lunes en el Congreso.

Feijóo, este lunes en el Congreso.

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Con un presidente del Gobierno a punto de "vender" España a Puigdemont por siete votos y un Vox sumido en una auténtica guerra civil - Santiago Abascal ha sucumbido ala más dura del partido - Alberto Núñez Feijóo ha pergeñado una estrategia para plantar cara al gobierno de Sánchez que busca en paralelo "reunificar el voto de centro-derecha con un horizonte de dos años", según confirman a ESdiario fuentes de la dirección del PP.

Estrategia que pasa por no dar tregua a Pedro Sánchez y al tiempo "desarmar a Vox y hacerse con sus votos de una manera inteligente", señalan desde la dirección del Partido Popular, al igual que ha hecho Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid donde se ha 'comido' a los de Abascal y ahora gobierna con una cómoda mayoría absoluta.

El líder del PP inicia un camino - que tan buen resultado le ha dado en su Galicia natal - de ir minimizando la dependencia de Vox, lo qué además le puede facilitar a medio plazo un entendimiento con el PNV y a la vez seguir creciendo en País Vasco y Cataluña

Nada de enfrentarse frontalmente a sus socios en varios gobiernos autonómicos - como hizo en su día sin ningún éxito Pablo Casado - si no desplegando una estrategia cuidadosamente elaborada destinada a "robarle a Vox las causas nobles"; banderas como la defensa de la España constitucional o la defensa de la igualdad de todos los españoles frente a los privilegios, que ha tratado de patrimonializar Vox a lo largo de estos años.

Y lo hará también saliendo a la calle cuando sea necesario - se acabó el que Vox capitalice este tipo de respuesta- como ya demostró con la convocatoria previa a su investidura, que se saldó con un importante éxito para Feijóo quien tampoco faltó el pasado 8-O a la llamada de Sociedad Civil Catalana en las calles de Barcelona.


El líder del PP, por descontado, no abandonará la vía institucional como se está viendo las últimas horas: la presión ejercida por Núñez Feijóo ha forzado la comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares para que explique porque sus socios de gobierno no condenan un ataque a Israel que ha dejado familias asesinadas y bebés decapitados. Sánchez, no está ni se le espera a pesar de presidir el semestre comunitario de la UE.

Los populares han calculado que con esta estrategia podrían arrebatar a Vox 500.000 votos, en el improbable caso de que hubiera repetición electoral y que aspiran a doblar, hasta llegar a recuperar un millón de aquí a dos años.


Sánchez y Feijóo, en su encuentro de este pasado lunes.


Una estrategia que va a tener su punto álgido con la presentación de un recurso de inconstitucionalidad contra la futura ley de amnistía; algo que ya ni siquiera puede hacer Abascal por qué no tiene los 50 diputados necesarios para plantearlo.

En paralelo el PP va a seguir marcando distancias con cualquier comportamiento tibio de Vox cuando se trate de condenar la violencia machista o defender el estado autonómico. Unas posiciones que no son ajenas a esa guerra civil que se vive en Vox, con purgas de dirigentes, dudas sobre su financiación y con el ala dura de Jorge Buxadé tomando las riendas del Partido.

De esta forma, el líder del PP inicia un camino - que tan buen resultado le ha dado en su Galicia natal - de ir minimizando la dependencia de Vox, lo qué además le puede facilitar a medio plazo un entendimiento con el PNV y a la vez seguir creciendo en País Vasco y Cataluña, donde renovará sus liderazgos con la vista puesta en las elecciones vascas y también las catalanas. En el horizonte cercano los gallegos también tienen una cita con las urnas.


Un camino en el que va a ser clave también la remodelación de la estructura del partido a nivel nacional, con la portavocía del Congreso como pieza clave y que acometerá en cuanto Pedro Sánchez, salvo sorpresa mayúscula, consume sus cesiones a Carles Puigdemont para seguir en Moncloa.

Feijóo quiere convertirse en el representante de todos los españoles que se han quedado "huérfanos" por las cesiones de uno, Sánchez y el creciente radicalismo de otro, Abascal.

Con esta estrategia con la que pretende romper el ' cordón sanitario' que Pedro Sánchez ha construido artificialmente contra el PP - equiparando a Feijóo con Abascal - y creando un relato ficticio que sin embargo ha comprado el Partido Nacionalista Vasco para no dar a Feijóo los votos que le habrían aupado a la presidencia del Gobierno.

Con esta hoja de ruta y con un liderazgo consolidado, dentro y fuera del PP, Feijóo quiere convertirse en el representante de todos los españoles que se han quedado "huérfanos" por las cesiones de uno, Sánchez y el creciente radicalismo de otro, Abascal.

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