El derecho a pitar al presidente del Gobierno

A tenor de su reacción, da la impresión de que a los medios afines al ‘sanchismo’ les resulta más grave que los ciudadanos griten y abucheen a Pedro Sánchez que todo lo que ha hecho el líder socialista en los últimos años: indultos, pactos con delincuentes como Junqueras, Otegi y ahora, con el prófugo Puigdemont, una ley de amnistía en ciernes…

Habla esa prensa de “falta de respeto” y acusa a los ciudadanos de ser unos antipatriotas y de manchar la festividad Nacional, entre otras muchas cosas más. Es como poco muy injusto. La gente no dispone de una columna en un periódico, de un micrófono en una emisora de radio o de un espacio en televisión para canalizar su malestar y su desaprobación por todo lo que esta ocurriendo.

A la gente solo le queda el derecho al pataleo y cuando ve la oportunidad de reprocharle a Sánchez, aunque sea a 200 metros de distancia, la amnistía y sus pactos con el diablo, pues lo hace como puede o como quiere. ¡Faltaría más!

Lo que ocurre es que a Pedro Sánchez no le gustan los pitos. Lleva muy mal que le abucheen y fatal que le griten “que te vote Txapote”. Por eso convirtió este asunto en la cuestión nuclear de la festividad del 12 de octubre, hasta el punto de que algunos de sus ministros y algunos medios se pasaron los días previos censurando de forma preventiva estos comportamientos de los ciudadanos.

Pese a todo, al final se llevó la pitada y el “que te vote Txapote” como estaba cantado. Y eso que habían diseñado desde el Gobierno un desfile anti abucheos, con el público a 200 metros de distancia y con una entrada y salida de Pedro Sánchez que le evitaba el mal trago de tener que pasar por delante del respetable. Valiente nunca ha sido nuestro presidente en funciones.