El Gobierno de Sánchez avergüenza a España ante Israel y sus socios
Nuestro país es el único cuya posición de apoyo a Israel frente a Hamás queda difuminada por el apoyo extremo de miembros del Gobierno de Sánchez a Palestina y su antisemitismo.
Ione Belarra saluda a Pedro Sánchez en un acto.
La Embajada de Israel en España se ha visto forzada a emitir un comunicado en el que pide al presidente del Gobierno en funciones que “denuncie y condene inequívocamente” las “vergonzosas declaraciones” de los miembros de Sumar/Podemos del Consejo de Ministros que, según consideran desde el Ejecutivo israelí, “han optado por alinearse con este terrorismo tipo ISIS” que practica Hamás. “No solo son absolutamente inmorales, sino que también ponen en peligro la seguridad de las comunidades judías de España, exponiéndolas al riesgo de un mayor número de incidentes y ataques antisemitas”, expresan en ese documento.
El comunicado es una auténtica bomba sobre el Gobierno español, pero Sánchez no está en condiciones de denunciar ni condenar a ninguno de sus socios porque no puede prescindir ni de un solo voto si quiere ser investido. Así que en lugar de reprender a , que ha pedido que se lleve al primer ministro de Israel ante la Corte Penal Internacional, ha optado por enrocarse.
“El Gobierno de España rechaza tajantemente las falsedades vertidas en el comunicado de la Embajada de Israel sobre algunos de sus miembros y no acepta insinuaciones infundadas sobre ellos”, ha sido la contestación oficial publicada por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Lo cierto es que Israel no ha hecho insinuaciones sino acusaciones claras y directas que son todo menos infundadas. Desde el ataque masivo de los terroristas de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre la vicepresidenta Yolanda Díaz y la ministra Ione Belarra han cargado las tintas contra Israel, no contra Hamás.
La situación de Sánchez se ha vuelto cada vez más incómoda. Con la investidura a la vista tiene que hacer equilibrios entre no decepcionar a parte de la izquierda española que lleva el antisemitismo grabado a fuego en su ADN y, al mismo tiempo, no hacer demasiado el ridículo ante la comunidad internacional, de manera especial ante nuestros aliados.
Pero en cuanto se ha visto entre la espada y la pared ha optado por hacer el ridículo, desprestigiando a España y situándonos como el único país de la UE donde la posición de apoyo a Israel frente a Hamás no queda clara. A los medios de comunicación árabes les ha faltado tiempo para utilizar las declaraciones de las ministras de extrema izquierda como munición contra Israel.
Veremos hasta dónde alcanza esta polémica y qué consecuencias tiene para nuestro país elegir mal en qué lado estar. Es intolerable que las ministras de Podemos y Sumar arremetan con dureza contra Israel mientras no llegan a condenar el ataque terrorista perpetrado por Hamas. Y no solo por la imagen internacional que proyecta nuestro país sino también por una cuestión de decencia moral.
