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Sánchez es presa fácil y Puigdemont exprime su ventaja

Los pactos con Bildu, ERC y Puigdemont sólo dejan al presidente una salida: la investidura. Ir ahora a elecciones sería un suicidio, y eso le deja en debilidad negociadora

Carles Puigdemont reunido con dirigentes de Junts

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La debilidad del presidente del Gobierno en funciones es más que evidente. Su fotografía con Bildu, la imagen de su enviado especial, Santos Cerdán, rindiendo pleitesía a Carles Puigdemont bajo la foto del referéndum del 1 de octubre, y su acuerdo para la ley de amnistía con ERC le han dejado completamente al descubierto ante los españoles. Ya no engaña a nadie que no quiera ser engañado.

Esas decisiones le han conducido a un callejón con una sola salida: la investidura. Ir a una repetición de elecciones ahora mismo, después de quitarse la careta, es un suicidio para él y para el PSOE. Eso le sitúa en una posición de enorme debilidad negociadora. Puede exigir muy poco y está condenado a dar mucho, quizás mucho más de lo que preveía en un principio.

El prófugo Carles Puigdemont evidentemente es muy consciente de ello, tiene agarrada la sartén por el mango y va a exprimir al máximo su fuerza, la que Pedro Sánchez le ha querido dar. Por eso no da por cerrado el acuerdo de la ley de amnistía y por eso es muy probable que se incluyan nuevas cesiones. La condonación de la deuda, la cesión íntegra de los Cercanías y las condiciones especiales de financiación autonómica, son algunas de las cuestiones que están encima de la mesa. Debajo probablemente haya algo más.

Hay que recordar en este contexto que los separatistas tienen entre ellos una pugna por ver quién consigue apuntarse más cesiones. Tanto ERC como Junts han hecho del referéndum de autodeterminación algo irrenunciable. Así lo han repetido varias veces en las últimas semanas en sede parlamentaria, para darle mayor solemnidad. Lo hicieron en una resolución conjunta en el Parlament a la que incluso se sumó la CUP, y Pere Aragonès lo repitió en el Senado ante los presidentes autonómicos que se dieron cita en la Comisión General de las Comunidades Autónomas.

Esa solemnidad hace difícil pensar en que tanto ERC como Junts vayan a investir a Pedro Sánchez sin que éste haga como mínimo un gesto hacia esa reivindicación. Muchos lo ven imposible, empezando por el propio Sánchez y sus ministros, pero es preciso señalar que también daban por imposible la amnistía. El líder socialista está acorralado y el instinto de supervivencia hace que en esas circunstancias su proverbial falta de principios y escrúpulos se agudice. Todo es posible de aquí al 27 de noviembre.

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