Sánchez contra España: el golpe a la democracia no le saldrá gratis
Lo que ha ocurrido este domingo en España pasará a la historia y no deja lugar a la duda: Sánchez podrá ser presidente, pero hay un clamor contra su estafa democrática. Esa estafa consiste en pactar una investidura a cambio de una ley de amnistía inconstitucional, injusta y vergonzosa. Un político amnistiando a otros políticos a cambio del poder.
El Gobierno no esperaba esta reacción de los españoles ante la amnistía, ante la barbaridad que supone negociar un Gobierno con un prófugo de la justicia. No la esperaba porque ya ha hecho barbaridades con anterioridad sin casi ninguna consecuencia: indultos y modificaciones del Código Penal a la carta para los separatistas, por ejemplo.
Ahora se ha encontrado con un clamor en las calles sin precedentes. Y está desorientado. De hecho nadie en el Ejecutivo, tampoco en la dirección del PSOE, ha sido capaz de hacer un comentario sobre las manifestaciones de este domingo en toda España. Silencio total, como si no hubiera pasado nada. El argumento de que son ultras franquistas y violentos se cae por su propio peso. Todo ha sido pacífico, legítimo, democrático y contundente, protagonizado por españoles de a pie, gente normal y corriente indignada con el golpe al Estado de Derecho que está perpetrando el autócrata de La Moncloa.
Ignorar lo que está sucediendo es absurdo y, sobre todo, irresponsable. Sánchez no puede gobernar contra millones de españoles. Eso necesariamente va a reventar por algún lado. Es falso que la amnistía busque otra cosa distinta que no sea mantener al socialista en el poder cueste lo que cueste. Es falso que pretenda fomentar la convivencia en Cataluña, pero si así fuera ya se podría afirmar que ha sido un fracaso porque no solo no ha logrado eso sino que ha conseguido incendiar el resto de España. Y no es un conato sino un fuego persistente que va a perdurar mientras Sánchez se mantenga en La Moncloa.
La legislatura va a arrancar esta semana. No hay vuelta atrás porque Sánchez sabe que si permite votar a los españoles esta vez su cabeza rodaría por el suelo y la gente aplaudiría. Una nuevas elecciones sería lo mejor para este país, pero lo peor para Sánchez y el PSOE.