Cerrar

Sánchez, y ahora qué

Pedro Sánchez ya ha conseguido lo que tanto quería, pero después de la fiesta, cuando pase la resaca, va a tener que gestionar el disparate en el que ha nos ha metido

Pedro Sánchez

Creado:

Actualizado:

Segundos después de que Pedro Sánchez fuera investido este jueves presidente del Gobierno, cuando aún resonaban los aplausos de los suyos en el hemiciclo, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se levantó de su asiento y fue directo a estrechar la mano del presidente del Gobierno. Más allá de ese gesto de cortesía, le dejó un mensaje muy claro que denota la gravedad de la situación: “Esto es una equivocación y el responsable eres tú”, le dijo.

Efectivamente, Pedro Sánchez ya ha conseguido lo que tanto quería, ya es presidente a un precio inasumible para España. Le ha costado mucho, pero lo realmente difícil viene ahora. Después de la fiesta, cuando pase la resaca, va a tener que gestionar el disparate en el que nos ha metido. España es un autobús que transita por una estrecha y revirada carretera rodeada de precipicios, con un conductor suicida a los mandos, ebrio de poder, y acompañado por personas que en realidad lo que quieren es que el vehículo se despeñe.

Primero, va a tener que hacer frente a la calle que, ante este panorama, no se va a callar tan fácilmente. Con España indignada y revuelta tendrá que aprobar la ley de amnistía contra viento y marea -ojo al pronunciamiento que pueda hacer esta próxima semana el Parlamento Europeo al respecto-, pero ese pago no es el final del camino, es el principio. Desde el minuto uno va a tener que empezar a cumplir sus compromisos con sus socios separatistas.

Los enemigos de España ya le dejaron muy claro que ahora mandan ellos y que si quiere sobrevivir en la Moncloa va a tener que ir pagando a plazos el impuesto revolucionario que le exigen. Sánchez, sumiso y humillado, ni pestañeó ante las amenazas de Junts y ERC en la sesión de investidura.

El problema no es que Sánchez viva sometido, es que el precio del chantaje que él mismo ha propiciado lo vamos a pagar todos los españoles, en dinero, en prebendas y en cesiones políticas. Cada paso en esa dirección que dé va a alimentar la ira, la crispación y el nerviosismo de los españoles.

Vamos a entrar en un círculo vicioso muy peligroso que solo puede acabar de dos maneras: Sánchez no cede todo lo que le exigen sus socios y ha firmado, la legislatura se termina pronto y vamos a nuevas elecciones o cede todo, mantiene el poder, pero incendia cada vez más las calles de España. Visto lo visto lo más probable es que suceda lo segundo.

En todo caso, como dice Feijóo, está investidura ha sido un error histórico y el responsable de lo que está sucediendo y pueda suceder en un futuro es Pedro Sánchez.