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Por el ego de José Pablo López: la nueva TVE y su obsesión por las audiencias

TVE ‘quema’ dinero público para cumplir su objetivo, casi obsesión, para este noviembre: no perder el doble dígito en las audiencias del mes y que arrastran desde hace meses.

José Pablo López.

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A un paso del final de noviembre, la cadena ha hecho todo lo posible para mantener los ‘brotes verdes’ del pasado verano en cuanto a audiencia. Una cuestión que debería ser secundaria para la pública se ha convertido en estratégica. Con los fondos de todos los españoles.

TVE anda buscando, como sea, no bajar del doble dígito de audiencias en el mes de noviembre. Para ello, ha emprendido una serie de maniobras cuestionables durante todo el mes con una batería de cambios en la parrilla que, según fuentes de la Corporación, sólo responde a una decisión personal de su director de Contenidos, José Pablo López. “Le obsesiona bajar del 10%”, aseguran.

Lo cierto es que en noviembre se han producido movimientos de lo más significativo, incluyendo las dobles emisiones de La Promesa o El Cazador. Y eso sin contar las programaciones derivadas de la Eurocopa, los Grammy Latinos, Eurovisión Junior o eventos de actualidad política como el debate de investidura de Pedro Sánchez o la constitución de su nuevo Ejecutivo. Esta política responde, también, al deseo constante de López de emular las audiencias del pasado verano, los llamados ‘brotes verdes’, que consiguieron posicionar a la cadena pública en una situación dominante sobre Telecinco.

En TVE, no obstante, hay quienes son conscientes de que la maniobra es un simple dopaje y encubre un espejismo: “No es que TVE esté creciendo con una programación bien desarrollada, sino que Telecinco está desaparecida del mapa”. “Estamos hablando de que la audiencia de TVE está al nivel del suelo porque Mediaset la tiene en el subsuelo”, explican.

La cuestión vuelve a estar sobre la mesa de nuevo. Y es que cabe preguntarse si el personalismo del directivo de una cadena pública puede convertir a ésta en una máquina de competir con la audiencia, a través de sudokus de parrilla, en lugar del medio de servicio que debería ser. Sobre todo teniendo en cuenta que esa cadena pública se financia con el dinero de todos los españoles.