El PP se frota las manos: Iglesias y Puigdemont compiten en el chantaje al PSOE
No hay peor cuña que la de la misma madera. Los populares ven en la venganza de Pablo Iglesias una oportunidad y tres claves para evitar que Sánchez consume su humillación a España
Pablo Iglesias ha hecho suya la máxima de que la venganza se sirve en plato frío y así, en frío y sin anestesia, se lo ha servido a Yolanda Díaz, quien se enteró por el canal de Iglesias, Red, de que Podemos le dejaba plantada y se pasaba con armas y bagaje al grupo mixto. Una decisión que ha provocado un "enfado monumental" en Pedro Sánchez por la forma en que Diaz ha gestionado la crisis y un gran regocijo en las filas populares, porque lo ven como "una oportunidad de frenar la humillación a la que Sánchez está sometiendo a nuestro país", señalan desde su dirección.
Una decisión que la flamante vicesecretaria de Organización del PP, Carmen Funez, resumía muy gráficamente: "Frankenstein sigue creciendo", pensando sobre todo en las consecuencias prácticas que la ruptura de Podemos va a tener para un Gobierno, el de Pedro Sánchez, que ya vive instalado en el chantaje permanente. "Se van a sacar los ojos entre todos", aventuran desde el Partido Popular.
Para empezar, con la huida de los cinco votos de Podemos, Sánchez ha perdido por completo el control de la mayoría progresista en el Congreso de los Diputados. Los 153 votos que tenían en la Cámara Alta - 122 del PSOE y 31 de la plataforma de Yolanda Diaz - se han quedado en 148, lo que se va a traducir en que Sánchez va a depender de los votos de Podemos en todas y cada una de las votaciones que se celebren, señalan desde la dirección popular.
Es decir, qué si Pablo Iglesias quisiera, no habría Presupuestos Generales del Estado para 2024, aunque esto se antoja altamente improbable. Lo que es un hecho, añaden desde la calle Génova, es que "Iglesias e Ione Belarra le van a sacar a Sánchez los higadillos, al más puro estilo Puigdemont ". Vamos, que el Gobierno tendrá que pasar por caja y negociar de manera unilateral con Ione Belarra para sacar adelantes las cuentas del 2024.
Se reactiva la entente Podemos-ERC-Bildu
Además - y aquí está la segunda clave - la emancipación de los cinco diputados de Podemos hace presagiar que se reactive la entente que funcionó como un reloj suizo la pasada legislatura: el bloque de izquierdas radical ERC-Bildu-Podemos y que le puede dar muchos quebraderos de cabeza a Sánchez frente al bloque de PNV y Junts, y más cuando se abre un ciclo electoral.
Hasta que Yolanda Díaz descabezó a Podemos la alianza del "bloque plurinacional "con ERC y Bildu ha funcionado a la perfección y ahora tras el divorcio definitivo de Sumar, se va a reactivar para competir directamente con Yolanda Díaz.
La izquierda se vuelve a fracturar en tres
Y como a perro flaco, todos son pulgas, la ruptura de Podemos con Sumar llega a las puertas de un decisivo ciclo electoral que tendrá consecuencias para la gobernabilidad de España y al que la izquierda llegará, de nuevo, dividida en tres marcas con lo que eso puede penalizar.
En poco más de un año, el país se enfrenta a cuatro decisivas elecciones: gallegas, vascas, catalanas y una cuarta que aparece en rojo en el calendario de los morados: las elecciones europeas del próximo 2 de junio.
Como adelantó Esdiario el pasado 24 de noviembre, el plan de Pablo Iglesias pasaba por resucitar a Podemos y levantar el vuelo de dentro de apenas seis meses.
Con los puentes dinamitados por completo con Yolanda Díaz, el camino para que Montero sea cabeza de cartel en esos comicios se presenta expedito. Una candidatura que buscará el cuerpo a cuerpo con Yolanda Díaz y también con Pedro Sánchez, dibujando a la primera como una marioneta en manos de Moncloa y presentándose ellos mismos como los guardianes de las esencias de la izquierda.
El PP mientras prepara las palomitas, consciente de que a lo largo de la historia las purgas más cruentas las han llevado a cabo los comunistas y más cuando, como ahora, está en juego su supervivencia. En el PP vaticinan que " se van a sacar los ojos" y lo ven como una oportunidad para detener la pendiente por la que Pedro Sánchez está conduciendo a nuestro país.