El intento del PSOE de forzar un nuevo Prestige se le vuelve en contra
La maniobra, además de forzada, puede ser un boomerang. A medida que se van conociendo más datos vamos descubriendo que el Gobierno central ha actuado mal y tarde
No todo vale en política. Equiparar a Vox con Franco le dio resultado en la última campaña a Pedro Sánchez, es cierto. Ahora sin embargo parece que, ante la cercanía de las elecciones gallegas y las encuestas que dan una nueva mayoría al candidato del PP, han forzado la máquina a la desesperada y es complicado que la artimaña funcione.
Desde el PSOE y sus altavoces mediáticos están intentando convertir el vertido de pellets en las costas gallegas en un nuevo Prestige, con la particularidad de que si en aquel derrame de petróleo cargaron toda la responsabilidad sobre el Gobierno de Aznar, ahora tratan de colgarle el muerto a la Xunta. Curioso como mínimo.
La maniobra, además de ser forzadísima porque un caso y otro son incomparables en cuanto a su alcance y su gravedad medioambiental, puede acabar saliéndole muy mal a Pedro Sánchez. A medida que se van conociendo más datos vamos descubriendo que el Gobierno central ha actuado mal y tarde.
Las autoridades de Portugal avisaron al Gobierno español del vertido de pellets al mar desde el buque mercante Toconao el 8 de diciembre, pero el Ejecutivo ocultó esa información a la Xunta hasta el 3 de enero, cuando las primeras microbolas de plástico ya habían llegado a las costas gallegas.
Es complicado con ese dato, casi un mes en silencio y sin actuar, que el Gobierno de Pedro Sánchez, por mucha ayuda mediática con la que cuente, sea capaz de cargarle la responsabilidad a la Xunta. Mas bien puede acabar sucediendo lo contrario, que ese intento de convertir los pellets en un segundo Prestige acabe volviéndose como un boomerang contra el Gobierno, el PSOE y su candidato en Galicia. El tiempo dirá.